Bate a punto de nieve las claras, mezcla con el azúcar, sigue batiendo, mete la mezcla en una manga pastera... etcétera, etcétera. Ya sea para hacer un merengue, o una tortilla de claras, o una mousse, solo necesitamos las claras del huevo. La pregunta es, ¿qué hacemos con las yemas? ¿Cómo aprovecharlas? Te contamos cómo aprovechar las yemas de los huevos
Con frecuencia, las indicaciones de una receta nos señalan que debemos separar las claras de las yemas. No son pocas las recetas en las que no se requiere el huevo entero, sino solo las yemas o solo las claras... especialmente a la hora de hacer salsas y respostería. Una vez que hemos terminado la receta nos encontramos con la gran pregunta... ¿y qué hacemos con la parte del huevo que no usamos?
En la lucha contra el desperdicio de alimentos, todos tenemos claro que la última opción es desecharlas. Lo más probable es que las guardemos cuidadosamente en la nevera y que tiempo después, las descubramos olvidadas en el fondo de la nevera, ya en mal estado. Para que esto no vuelva a ocurrir, te damos ideas para aprovechar las yemas de los huevos.
Las recetas que solo requieren yemas de huevo son en su mayoría salsas emulsionadas o recetas de repostería a base de crema... como cremas pasteleras o de limón. De forma que si tienes yemas de huevo puede ser una buena idea preparar unas natillas, una salsa holandesa con la que napar unos huevos benedictine o hacer una crema con la que rellenar un bizcocho. ¿Te animas?
No, a pesar de su nombre esta salsa no proviene del país de los tulipanes sino de Francia. En efecto, se trata de una salsa clásica muy francesa muy delicada, dado que se corta con facilidad. Se trata de una deliciosa salsa emulsionada en caliente a partir de yemas de huevo. Y aunque se puede acompañar con ella casi cualquier pescado o marisco... es la salsa clásica de los huevos benedictine.
Receta de salsa holandesa a la lima y pimienta
Otra salsa de origen francés... y que también pertence a la familia de las salsas emulsionadas, como la mayonesa o la holandesa es la salsa bearnesa.
Quizá sea la forma más conocida y clásica y aprovechar unas yemas de huevo. Las natillas. Un clásico de nuestra repostería que nunca falla.
El sabayón es un postre tan básico como la simple mezcla de yemas de huevo y azúcar. Y tan útil, que no solo te servirá para comértelo a cucharadas, sino también como relleno de tartas, o para acompañarlo de frutas de todo tipo.
En Ávila saben muy bien cómo aprovechar las yemas... con esta especialidad, las llamadas yemas de Santa Teresa, uno de esos dulces típicos de convento. Irresistibles.
Este crema de limón en la que se emplean yemas de huevo es una verdadera delicia y un relleno perfecto para cualquier tarta o bizcocho. ¡Pruébala!
Comprar un solomillo de ternera solo porque tengas unas yemas en casa... es una curiosa manera de aprovechar las yemas de los huevos sobrantes. Pero, ¿por qué no? cualquier excusa es buena. Sea como sea, se trata de un plato delicioso que no deberías pasar por alto en el que una carne de primera, cortada a cuchillo, se aliña con una yema de huevo y mostaza entre otros ingredientes y se toma cruda. Toda una delicia.
Una idea fantástica con un relleno delicioso de crema a partir de yemas de huevo.
Pasteles de yema y hojaldre. Aparentemente son muy sencillos de elaborar y sus ingredientes son muy básicos. Pero si estos pasteles de Belém, originarios de Portugal, han conseguido fama mundial... será por algo. ¡Pruébalos!.
Otra estupenda de aprovechar las yemas si te han sobrado una o dos es emplearlas para pintar una masa, por ejemplo de empanada.
