Hamburguesas de quinoa
Estas hamburguesas de quinoa son una alternativa perfecta para los vegetarianos, y los que no lo son, porque tienen un sabor riquísimo. Son fáciles de cocinar aunque llevan un poco de tiempo, pero que no te de pereza porque merecen la pena
Pastel de verdura al horno
Este pastel de verdura al horno rompe todas esas ideas preconcebidas que teníamos de que las verduras son un alimento insulso y aburrido. En este papel toman un papel protagonista. Estas junto con la crema de huevo y nata confieren un plato realmente delicioso que hará que todos nos chupemos los dedos. Excelente plato que puede ser un buen entrante o mejor plato principal.
Cocer la zanahorias, las judías y la coliflor en agua hirviendo y con sal durante 12 minutos. Mientras en otra cazuela escaldaremos las espinacas.
Alcachofas rellenas de atún y bechamel
Puede que sea una de las verduras más sabrosas que haya, además de tener un montón de cualidades como la de ser un gran antioxidante. Esta receta de alcachofas rellenas de atún con bechamel me la enseño mi suegra y he de deciros que se ha convertido en uno de mis platos preferidos.
Lo primero que hacemos es limpiar las alcachofas y dejarlas por un poco más arriba de los corazones. Cocerlas en agua, sal y un chorro de limón para que no se oxiden.
Cordero al horno para celebraciones
En mi casa los días de fiesta la carne que se hace siempre es el cordero. No sé porque pero ya es una tradición. Entre las muchas recetas que practicamos, la que más suele gustar entre toda la familia es esta de cordero festivo. Así es como mi madre la tenía apuntada en su recetario, y así es como l atenemos las hermanas escritas en los nuestros. Es una maravilla de plato.
Souflé de berenjenas
Hacer este souflé de berenjenas no es difícil y siempre suele quedar alguien sorprendido. Si no lo has probado nunca ni a hacerlo, ni a comerlo, te animo a ello y espero que lo disfrutes mucho.
Lavar las berenjenas con abundante agua, secarlas y cortarlas en dados pequeños al gusto. Colocar una sartén en el fuego con aceite y, cuando esté bien caliente, freír ligeramente las berenjenas sin llegar a dorarlas. Una vez listas, sacarlas y dejarlas escurrir el aceite sobre papel absorbente.
Espinacas con bacón y piñones
En nuestra sociedad, cada vez hay más gente que es vegetariana por elección propia o por algún problema de salud o médico. Aunque cada vez hay más alimentos destinados a ese tipo de alimentación, aún no son muchos y la mayoría de las veces se nos acaban las ideas sobre qué cocinarnos y que no lo hayamos repetido ya. Para ello, os voy a contar como preparar unas ricas espinacas con bacon y piñones
Lechón al horno
A ver qué os parece este lechón al horno, que es bastante sencillito hacerlo y se agradece muchísimo comerlo. La verdad que a mí, por lo general, me gusta mucho el lechón, pero este es especial porque tiene más mérito cuando lo haces tú.
Se pelan los ajos y se machacan bien en un mortero. Una vez picaditos, se mezclan con la manteca de cerdo derretida y unas hojas de laurel picadas. Una vez se le ha dado bien de vueltas, se agrega la sal, el vino y un poco de agua.
Huevos fritos a la vasca
Los huevos fritos a la vasca me los enseñó a hacer mi compañero de piso cuando estuve viviendo en Madrid. ¡La verdad que nunca pensé que ese chico podría cocinar tan bien!
Cortar la berenjena en rodajas más bien finas y ponerlas en un colador con sal. Dejarlas unos 45 minutos escurriendo para que pierdan el amargor.
Pasar los tomates por agua en ebullición durante unos minutos y, al sacarlos, pelarlos y retirarles las semillas. Preparar una sartén en el fuego y sofreír con un poco de aceite los tomates salpimentados al gusto.
Albóndigas de carne de jamón de cerdo en tomate casero
Para probar unas riquísimas albóndigas de carne de jamón de cerdo en tomate casero no tenéis más que seguir esta sencilla receta. En cuanto las probéis se convertirán en un plato imprescindible en vuestras dietas, repitiéndolo bastante a menudo.
Pechugas de pollo rebozadas
Estas pechugas de pollo rebozadas son las preferidas de mis niños, y no me extraña porque están bien buenas y merece la pena probar a hacerlas.
Pelar y cortar las patatas al gusto, y darles un hervor de 5 minutos en una cacerola con agua y una pizca de sal. Una vez listas, colarlas y colocarlas en una asadera con el aceite de oliva suave, el orégano y la sal al gusto. Meterlas al horno hasta que se doren.