Corazones de alcachofas en marinada
Los corazones de alcachofas en marinada están riquísimos y son muy sencillas de hacer, ya lo veréis.
Limpiamos las alcachofas quitándoles las hojas duritas y cortándolas de tal forma que solo dejemos los corazones. Les quitamos la pelusita del centro del cogollo y las metemos inmediatamente en agua con sal y el zumo de un limón para que no se pongan negras. Las dejamos unos 30 minutos en reposo y, entonces, las lavamos con abundante agua y las cortamos en trozos al gusto.
Crema purificante light de alcachofas (microondas)
Harta de oír que la alcachofa era un alimento buenísimo, no solo por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud, sino porque se considera un alimento perfecto para las personas que están a dieta, decidí probar recetas en las que ellas fueran el alimento principal. Uno de esos platos es esta crema purificante light de alcachofas que además de deliciosa se hace en el microondas, lo que la hace doblemente perfecta.
Alcachofas con piñones
Mis alcachofas con piñones gustan a todos mis hijos, lo cual me hace especialmente feliz.
Cordero con alcachofas
¿Cómo puede estar tan bueno este conejo con alcachofas? La receta me la enseñó mi madre, que la hace desde que soy bien pequeña, y me gustó bastante, así que la incorporé a mi recetario personal. Como considero que puede servir en más de una ocasión a cualquier persona para una cena improvisada o una comida familiar, y este blog me gusta mucho, aquí os la dejo.
Alcachofas gratinadas
Las alcachofas gratinadas, en mi opinión, son un manjar, pero es cierto que a mucha gente no le gustan. Por esta razón las hago de esta forma, para que mis hijos las coman de una forma más divertida, se podría decir.
Limpiamos y preparamos las alcachofas, quitándoles la cola y las hojas duras. Una vez listas, las ponemos a remojo en agua con sal y limón.
Alcachofas rellenas de queso
Las alcachofas rellenas de queso es un plato que me encanta comer, sobre todo en verano, cuando la comidas son más ligeras y no tan contundentes como los puches o los estofados que comemos en invierno, al menos yo pienso así. Este plato es sencillito de hacer y está muy rico. Además los ingredientes que se necesitan son fáciles de encontrar en cualquier tienda o supermercado o incluso son ingredientes que podemos tener en la despensa de casa. Os digo como yo hago yo. Estoy segura de que os gustará mucho.
Alcachofas con patatas
¡Prueba mis alcachofas con patatas que te vas a quedar impresionado! ¿Cómo se puede hacer un sabor tan especial de algo tan sencillo?
Pelar las patatas sobre una tabla de madera y dejarla a remojo en agua fría.
Preparar los fondos de las alcachofas, quitándoles las hojas duras de fuera y regándolo con un poco de limón para evitar que se ennegrezcan. Cortar las alcachofas en mitades o en cuartos, dependiendo del tamaño que se quieran dejar, y reservarlas.
Arroz con sepia en su tinta
El arroz con sepia en su tinta es una buena alternativa a los calamares y, además, yo creo que sale mejor.
Se ponen en el vaso de la Thermomix la cebolla y el ajo, y se trituran durante 4 segundos a velocidad 5. Una vez listos, se retiran y se reservan.
Se pone el aceite en el vaso y se calienta 5 minutos a temperatura varoma y velocidad 1. Entonces, se echa la sepia y se sofríe 10 minutos a temperatura varoma con giro al revés y velocidad cuchara.
Puré de alcachofa
El puré de alcachofa es bueno para muchísimas cosas, entre otras para el colesterol, ya que, a pesar de llevar queso, es muy natural. La verdad que creo que te puede gustar bastante y es cómodo de hacer.
Limpiar, pelar y cortar las alcachofas, que esta parte es la más larga, pero luego ya va todo seguido.
Calentar un poco de aceite en una cacerola, lo justo, y, cuando esté bien caliente, echar las alcachofas ya limpitas, y dejarlas cocerlas hasta que estén blandas. Añadir, además, la sal al gusto y un toque de pimienta negra para que coja más sabor.
Arroz con bacalao, habas y alcachofas
El arroz con bacalao, habas y alcachofas tiene un poco de todo, así que hay para todos los gustos. La verdad que platos así se agradecen porque puedes no hacer un segundo y te quedas bien lleno.
Hacer un caldo suave con las cabezas de rape, la cebolla y el ajo poniendo todo ello en una cacerola con agua y un puñadito de sal al gusto.