Sopa de pollo y patatas con espárragos

Una forma que tengo para comer verduras ya que no me gustan demasiado es comerlas en crema o sopa. Una receta que me dio una amiga y que desde que la probé me encanta, es la sopa de pollo y patatas con espárragos que hace de ésta una comida más especial y deliciosa que las que hemos probado en otras ocasiones. Es muy sencilla de elaborar y cuando hago demasiado, la guardo en tarritos y la congelo.

Almojábanas

Las almojábanas hechas en casa son una delicia y, además, se nota mucho la diferencia de comprarlas o no. Mi receta no es muy complicada, para nada, y suele quedar muy buena de sabor y de textura.
Se pone a calentar agua con aceite en una cacerola y, cuando empiece a hervir, se echa la harina y se mezcla enérgicamente para que se forme una masa homogénea.
Una vez la masa está lista, se aparta del fuego y se le echan los huevos. Se forman unos montoncitos con un pequeño hoyo en el centro y se ponen en una bandeja de horno forrada con papel vegetal.

Pollo a la cerveza argentino

Cuando vas de viaje, una de las mejores experiencias que tienes durante esos días, por lo menos yo lo veo así, es la de probar platos a los que tu no estás acostumbrado, o incluso comer versiones de platos de siempre pero con variaciones que los hacen únicos del país o lugar donde los comes. Uno de esos platos es este pollo a la cerveza argentino, que en si puede sonar como los que aquí comemos, pero tiene algo único. Queda una carne muy sabrosa y tierna.

Limonada de fresas

Una bebida que está muy rica y que, sobretodo, en verano suelo elaborar a diario, es una limonada de fresas. La he llamado así ya que gran parte de su elaboración y la que te otorga ese color tan bonito, son las fresas. Su elaboración es sencillísima y además es muy saludable, y antes que beber cualquier refresco con muchísimos carbohidratos y colorantes, es mejor tomar jugos de fruta fresca como esto. Os cuento como la hago yo y ¡manos a la fruta!
En primer lugar vamos a licuar las frutillas junto con los limones sin semillas, el azúcar y las 2 tazas de agua.

Limonada refrescante

Una bebida que está muy rica y que, sobretodo, en verano suelo elaborar a diario, es una limonada refrescante. Su elaboración es sencillísima y además es muy saludable, y antes que beber cualquier refresco con muchísimos carbohidratos y colorantes, es mejor tomar jugos de fruta fresca como esto. Os cuento como la hago yo y ¡manos a la fruta!

Melocotones al cava

Estos melocotones al cava son los típicos que la gente no se suele esperar. Yo soy de esas personas a las que le gustan hacer cosas que puedan agradar pero que sean diferentes y elaboradas. Veréis que, con un par de veces que los hagáis, ya los tenéis listos.
Hay que lavar los melocotones pelados con abundante agua, secarlos con papel absorbente y colocarlos en una fuente cubiertos con agua hirviendo. Una vez listos, se meten en el microondas durante 5 minutos a máxima potencia para que se queden tiernos. Una vez listos, se sacan y se dejan enfriar.

Tortitas caras sucias

En casa a estas tortas de hojaldre las llamamos tortitas caras sucias ya que parecen que están manchadas por el color oscuro que toma el azúcar al caramelizarse. A todos los que les encante la masa de hojaldre, seguro que esta versión dulce les gusta mucho también, además de que con ellas se pueden hacer infinidad de postres, y todos estupendos.

Bizcocho de yogur con limón y albahaca

Suave y esponjoso, el bizcocho de yogur es uno de los más sencillos de elaborar. En esta receta, la albahaca le aportará un toque aromático, diferente y exquisito. ¡Ummm!

Paso 1: 

Ralla la piel del limón con cuidado de no llegar hasta la parte blanca de la cáscara, que es muy amarga. Pica las hojas de la albahaca, y reserva. Por otro lado, abre el yogur y ponlo en un bol.

Paso 2: 

Ensalada de escarola con naranja, piñones y almendras

El sabor ligeramente amargo de la escarola es la clave de su exquisitez cuando se combina con frutas dulces: como la naranja en esta ensalada… pruébala también con otras frutas, como la granada, cuando esté en temporada.

Paso 1:

Lava la escarola y desecha el exterior, es decir las partes más verdes, que son bastante amargas. La mejor parte de la escarola, la más suave y tierna, es su corazón, la parte interior más blanca. También puedes utilizar bolsas de escarola, en las que ya viene limpia y seleccionada.

Paso 2: