Conservar bien el queso es clave para poder disfrutar de su sabor en las mejores condiciones. A todos alguna vez se nos ha echado a perder un queso en la nevera, lleno de moho, o duro como una piedra. O casi peor aún, parece estar bien... pero no sabe a nada. No hay duda, el error fue no conservarlo bien. Hoy te contamos como conservar el queso.
¿Fuera o dentro de la nevera? ¿envuelto en plástico film, papel de aluminio, papel, sin nada o en una tartera? ¿durante cuánto tiempo? ...son dudas habituales. Lo cierto es que cada queso tiene sus propias necesidades, necesita respirar y requiere de una temperatura y un grado de humedad para estar en perfectas condiciones.
Temperatura y humedad, he ahí la cuestión
En líneas generales, debemos saber que con calor el proceso de fermentación del queso se acelera, y con frío, se ralentiza. En cuanto a la humedad ambiental... cuando es alta aparece el moho, y cuando la humedad ambiental es baja, es queso se endurece, se seca y se resquebraja. Si el queso está en un lugar tirando a cálido y sin demasiada humedad... lo más probable es que sude, se reseque y pierda aromas y matices de sabor. Pero dentro de la nevera, en la que el frío es seco... el queso se secará, agrietará y también perderá sabor.
Entre 6° y 10°, con una humedad de entre el 70 y el 80% son las condiciones ideales de conservación para el queso... aunque, cada queso es un mundo.
Quesos frescos
El queso fresco debe conservarse en el frigorífico. Lo mejor es que lo pongas en un recipiente hermético, una tartera o tupper, con varias capas de papel de cocina debajo, para que vaya absorbiendo el agua que irá soltando. Eso sí, debes cambiar al menos una vez al día este papel. El objetivo es que el queso no esté en contacto con esa agua que suelte, porque aceleraría el proceso de descomposición del queso. En general, los quesos frescos deben consumirse rápidamente, en unos días.
Quesos tiernos
Los quesos tiernos también deben estar dentro de la nevera. Los puedes envolver en plástico film o en papel de aluminio y, al igual que el anterior, deben consumirse en poco tiempo. Eso sí, en este caso no olvides sacar el queso de la nevera un rato antes de consumirlo, para que se atempere y se pueda apreciar bien su sabor.
Quesos curados
Los quesos curados necesitan respirar, por lo que no es adecuado envolverlos en plástico film... como mucho, se puede poner un poco cubriendo la zona del corte si es que el queso está abierto o en cuña. La razón es que este tipo de quesos debe respirar a través de su corteza, necesita aire. Por eso, lo mejor es envolverlos en papel parafinado o papel de mantequilla.
En Demos la vuelta al día: Como preparar una tabla de quesos: las 9 claves
En Demos la vuelta al día: Los 7 mejores acompañamientos para el queso
En Demos la vuelta al día: La dieta de los colores: pon un arcoiris en tu plato
