Milanesa con patatas fritas

La milanesa con patatas fritas es un plato súper típico y que te salva en más de una ocasión la comida o la cena, sobre todo si tienes niños. Para tomar realmente rico este plato, lo mejor es hacerlo en casa para que no sea tanta fritanga y se sienta el sabor de los ingredientes.

Filete de gallo empanado

Reconozco que para el pescado soy bastante especialita y no me gusta apenas, pero creo que hay que incluirlo en la alimentación porque aporta muchas propiedades necesarias para el cuerpo. Por este motivo, intento hacer platos que me puedan agradar más o formas de cocinar el pescado que hagan que no parezca que lo estás comiendo, como por ejemplo el gallo empanado, que me parece una delicia. Sí es cierto que preferiría que debajo del pan rallado estuviera un buen filete de carne pero me gusta esta forma de hacer pescado.

Tigres chapi

Los tigres chapi están muy buenos para ponerlos de aperitivo porque son sencillos de comer y, además, son muy sabrosos.
Se limpian los mejillones y se ponen en una cacerola al vapor añadiendo media hoja de laurel. Una vez listos, se reserva el agua de la cocción.

Sepia con albóndigas

La sepia con albóndigas no se hace rápido pero queda tan buen que yo siempre intento que sobre, que la comida cuando reposa un día está más rica.
Hay que limpiar y trocear la sepia, y colocarla en una cacerola con agua hirviendo y sal durante media hora más menos.

Croquetas de carne de pollo

En una cacerola con aceite bien caliente echamos la cebolla y el ajo, ambos muy bien picados, junto con el perejil y la pimienta. Le damos unas vueltas y lo dejamos cocinarse a fuego lento hasta que esté bien pochado. Entonces, echamos la carne de pollo bien picada y lo mezclamos todo para que los sabores se integren durante un par de minutillos. Ahora, añadimos el vino y, cuando se evapore, espolvoreamos la pimienta y el perejil, y echamos la leche poco a poco junto con la harina hasta que se formen una salsa bien espesita.

Barritas de mozzarella rebozadas

Las barritas de mozzarella rebozadas las hago con la excusa de que a mis hijos les encantan, pero en realidad soy yo la que acaba con ellas. ¡Estas barritas están súper sabrosas.
Hay que cortar la mozzarella en barritas en la medida de lo posible, al menos dejando una forma parecida y que no sea muy fina. Una vez listas todas, hay que pasarlas por un plato con el huevo batido, después por otro con la harina y, por último, por otro con el pan rallado. Esto hay que hacerlo un par de veces para asegurar que la mozzarella queda bien rebozada.