Pizza francesa o tartiflette de patatas con queso y bacón
La pizza francesa o tartiflette de patatas con queso y bacón fue un plato ideado para revalorizar el queso reblochón, un tipo de queso francés cuyo nombre significa “volver a ordeñar” y que tiene muchas similitudes con el brie o el camembert. Si quieres hacer una pizza distinta, un poco más contundente de lo habitual pero también suculenta y adictiva, no dudes en lanzarte a por esta receta sencilla y resultona.
Paso 1:
Enciende el horno a 180°c para que esté precalentado cuando lo necesites.
Pizza calzone casera
Noche de pizzas es un plan que suena genial para todo el mundo. La pizza en caja de cartón sin tener que cocinar tiene su encanto, para qué nos vamos a engañar; pero si un día quieres innovar al mismo tiempo que lo conviertes en algo indiscutiblemente saludable y, además, dedicarle una dosis considerable de mimo, recurre a esta receta de pizza calzone casera y riza el rizo.
Paso 1:
Tallarines con salmón y huevas
¿Unos platos que llenar en veinte minutos, una tartera que preparar con prisas antes de dormir, y ninguna idea en la recámara? Pues con tres ingredientes protagonistas muy bien escogidos puedes preparar un plato sabroso, ligero y con matices como estos tallarines con salmón y huevas que, además de sus propiedades gustativas, cuenta con todos los beneficios nutricionales del pescado azul. Grasas buenas, omega 3, proteínas de alta calidad… raras veces cuidarse es tan sencillo y placentero.
Raviolis de setas con salsa de nueces
Hacer pasta fresca casera es un proceso elaborado pero muy gratificante. Los ingredientes son sencillos y los resultados espectaculares. Sólo hay que procurar utilizar harina de fuerza y no de repostería: la pasta necesita un extra de gluten para compactarse. Estos raviolis de setas con salsa de nueces son aromáticos y muy otoñales, perfectos para disfrutar del sabor de esa estación en cualquier época del año.
Salsa amatriciana
Hoy traemos una de las salsas más famosas y populares de Italia, la salsa amatriciana o, para los italianos, sugo all’amatriciana.
Risotto de setas - vídeo receta
Aunque la pasta y la pizza sean los platos más conocidos y universales de Italia, el risotto no se queda atrás. Hay mil maneras de elaborarlo, aunque puede que el risotto de setas sea uno de los más clásicos de la gastronomía transalpina. La clave está en la cebolla, la mantequilla y el queso parmesano, y sobre todo, a diferencia de nuestra paella, en que se debe remover constantemente y añadir el caldo poco a poco, al tiempo que el arroz lo va absorbiendo. ¡Está delicioso!.
Patatas Hasselback
Desde la cosmopolita Suecia viene esta manera de asar las patatas en forma de acordeón, las patatas Hasselback. Su exterior crujiente y corazón cremoso las convierten en una guarnición aparentemente sofisticada pero, en realidad, son muy sencillas de hacer. Aunque, si quieres que queden perfectas, ten en cuenta que las patatas deben ser nuevas, de tamaño medio y con una textura tirando a cerosa.
Creme caramel
El creme caramel no es sino el flan casero, dulce y cremoso, de toda la vida. Precisamente en las recetas más clásicas, las de abuelas y conventos, alcanzar la maestría y sorprender a los invitados es peliagudo por los muchos y buenos recuerdos de flanes que hay en la memoria de todos; por eso hay que practicar, perfeccionar y, mientras tanto, degustar nuestros experimentos. ¡No parece un mal plan!
Frittata de patatas y verduras
Así como nosotros tenemos nuestra tortilla de patatas, en Italia tienen su propia preparación de huevos batidos y cuajados: la frittata. Ésta se termina al horno y posiblemente sea la explicación de tantas “tortillas españolas” en el extranjero que no se libran de su toque de horno. De todas formas, la frittata italiana ortodoxa es un plato equilibrado, fácil de hacer y, lo mejor de todo, ¡te soluciona una cena en 10 minutos!. Prueba esta frittata de patatas y verduras.
Alitas de ángel
¡Qué nombre tan evocador! Las alitas de ángel, “chrusciki” o “faworki” son unas galletas de masa frita en aceite y espolvoreadas con azúcar que tradicionalmente se consumen en Polonia durante la semana del equivalente polaco del Carnaval. Son también un dulce reservado para fiestas y ocasiones especiales, como bodas o la festividad de San José. Realmente son tan delicadas y crujientes que pueden hacer de cualquier día un día especial.