Sopa fría de aguacate con salsa de tomate picante

Una crema diferente y muy original cuyo sabor nos transporta directamente hasta México.  Y si te gusta el picante… ¡no dudes en animar bien esta receta!

 Paso 1:

Pica las hojas de cilantro y la cebolla tan menudas como puedas.

Paso 2:

Añade el comino molido, el cilantro y la cebolla picados al tomate frito. Añade unas gotas de tabasco al gusto. Se trata de añadirle un poco de picante, de forma que si no tienes tabasco, también puedes incorporar un trocito de chile o guindilla muy picaditos.

Paso 3:

Ensalada de garbanzos y berberechos

Si al escuchar ensalada piensas inmediatamente en lechuga, tomate y cebolla, es momento de evolucionar. Mezclar en una misma ensalada una legumbre como los garbanzos con berberechos puede que te sorprenda, pero es todo un acierto. El resultado, una ensalada con un potente sabor y personalidad.

Paso 1:

Pela y pica la cebolla y el diente de ajo muy finito. Lava el pimiento verde y pícalo. Pica también el pimiento del piquillo.

Paso 2:

Arroz negro al horno

Hacer paella es todo un arte. Este arroz negro, tan típico de todo el Levante, es delicioso… una vez que le hayas cogido el ‘punto’  al arroz serás la estrella de todas tus celebraciones familiares.

Paso 1:

Acerca un cazo o una cacerola con el caldo de pescado con sal al gusto a calentar. Añade las bolsitas de tinta de sepia o calamar.

Paso 2:

Mientras, limpia los chipirones y córtalos en aros. Por otro lado ve pelando y picando menudo el ajo y lava y pica el pimiento verde. Enciende el horno a 200° de temperatura.

Pimientos del piquillo rellenos

¿Por qué tomar la ensaladilla rusa siempre de la misma forma? Prueba una alternativa divertida, fresca y sencilla con esta receta de pimientos del piquillo rellenos

Paso 1:

Pela las patatas y las zanahorias y pica en dados pequeños. Acerca una cacerola con abundante agua al fuego y cuando rompa a hervir, introduce los dados de patata, zanahoria y los guisantes y deja cocer durante unos 7 minutos.

Pinchos morunos de pollo

El secreto está en el adobo. Un plato de lo más tradicional, para una receta sencilla y que será todo un éxito durante una barbacoa o comida al aire libre.

Paso 1:

Corta las pechugas en trozos grandes de unos 50 o 60 gramos cada uno y ponles sal.

Paso 2:

Gratén de patatas

Una receta sencilla y deliciosa que servirá como un plato en sí mismo, pero también como un perfecto acompañamiento de carnes y asados. Una manera diferente de comer patatas porque, por muy ricas que estén, hasta las patatas fritas terminan siendo aburridas como complemento cada día.

Paso 1:

Pela las patatas y el ajo. Pica el ajo muy finito y corta las patatas en rodajitas finas de unos 2 milímetros de grosor, como si fuera para una tortilla de patatas.

Paso 2:

Berenjenas rellenas de queso y bonito

Con mucha fibra y pocas calorías la berenjena se toma frita, rebozada, guisada y sobre todo, asada y rellena. Con esta receta fácil y rápida de berenjena rellena, saldrás de cualquier apuro apuntándote un tanto. 

Paso 1:

Lava y corta las berenjenas a la mitad longitudinalmente. Ponles un poquito de sal y échales un chorrito de aceite por la parte de la carne. Cúbrelas con un plástico que pueda ir al microondas y no se queme y mételas al microondas a máxima potencia (800W) durante 7 minutos.

Paso 2:

Ensalada de escarola con naranja, piñones y almendras

El sabor ligeramente amargo de la escarola es la clave de su exquisitez cuando se combina con frutas dulces: como la naranja en esta ensalada… pruébala también con otras frutas, como la granada, cuando esté en temporada.

Paso 1:

Lava la escarola y desecha el exterior, es decir las partes más verdes, que son bastante amargas. La mejor parte de la escarola, la más suave y tierna, es su corazón, la parte interior más blanca. También puedes utilizar bolsas de escarola, en las que ya viene limpia y seleccionada.

Paso 2:

Revuelto de morcilla y setas

La contundencia de la morcilla y la delicadeza de los piñones dan lugar a combinaciones fabulosas. En esta receta se alían con las setas en uno de los revueltos más ricos de nuestra gastronomía tradicional.

Paso 1:

Limpia las setas (si las has comprado frescas) o descongélalas (si has optado por una bolsa de mezcla de setas congeladas). Y, en ambos casos, córtalas en trozos medianos.

Paso 2:

En una sartén amplia, rehoga las setas a fuego vivo con un chorro de aceite de oliva y sal, para que suelten su agua.