Sopa fría de vainilla con helado de chocolate
¡Qué bien se entienden la vainilla y el chocolate! una combinación perfecta para un postre facilísimo de preparar y gustará a todo el mundo… mayores y pequeños.
Paso 1:
Mezcla en un bol, con la ayuda de unas varillas, el azúcar, el extracto de vainilla y las yemas. Deberás tener un poco de paciencia y prepararte para el “ejercicio”, puesto que deberás batir enérgicamente durante, al menos, 5 minutos.
Paso 2:
Acerca un cazo al fuego con la leche y, cuando rompa a hervir, retírala del fuego.
Paso 3:
Sopa de pollo con fideo casera
En invierno las sopas cobran gran protagonismo en mi recetario. Las como casi todos los días, en la comida o la cena, y además le intento meter verdura que no me gusta comer, ya que es un buen truco para comer de todo en un plato que está muy rico. Una de mis preferidas, es la sopa de pollo con fideos casera.Está deliciosa. Os cuento como prepararla.
Ponemos a hervir, en una olla, con suficiente agua la rama de cebolla y el pollo partido en trozos.
Cuando haya hervido, con una espumadera recogemos los residuos y agregamos la zanahoria cortada en láminas delgadas.
Salsa de maíz
Espero que os guste esta salsa de maíz, que viene muy bien para mojar en ella unas patatas fritas, por ejemplo, o un poco de pan con algo de embutido. Con el maíz se pueden hacer bastantes recetas, simplemente hay que experimentar un poco y salen cosas buenísimas.
Empezamos rallando las mazorcas de maíz y molemos muy bien los granitos. Les añadimos una taza de caldo y lo batimos bien (la batidora eléctrica es bastante conveniente) hasta homogeneizar bien la mezcla. Después, la colamos para extraer todo el jugo y lo reservamos.
Sopa Thai
Si eres un apasionado de los sabores asiáticos, aquí te traigo la receta de una maravillosa sopa thai que hará las delicias de los paladares más exigentes. Yo en cuanto la probé me cautivó por sus sabores frescos.
Sopa de tomate con queso Idiazabal
De entre todos los quesos que hay a lo largo de toda nuestra geografía, el que más me gusta es el idiazábal. No lo puedo remediar, pero en cuanto me compro una cuña en el mercado me la acabo, ya sea comiéndola poco a poco con pan, o reservando un poco para hacer platos como esta sopa de tomate con queso Idiazábal. El sabor que le aporta es espectacular, resultando una sopa mucho más rica y sabrosa.
Sopa de pescado y mariscos
En mi casa siempre los días de fiesta, el primer plato que se ponía en la mesa era esta sopa de pescado y mariscos, y la verdad es que desde entonces la he asociado a los días especiales. Ahora que vivo con mi propia familia, la sigo preparando para esos días en los que hay algo que celebrar. Tiene un sabor delicado, realmente sabroso, que la hace especial.
Caldo Verde Portugués
En los días fríos de invierno o cuando comienzas a sentir que se has constipado, no hay mejor remedio que fortalezca y renueve más que una buena sopa casera calentita. La que yo suelo hacer es un caldo verde portugués. Es una sopa de verduras deliciosa, que en cuanto la pruebas te enamoras de ella. A continuación os explico como la hago yo.
Sopa de carnes
Una buena sopa de carnes en estos días en los que ha vuelto frío, y en todo el duro invierno que hemos pasado en mi ciudad, es la mejor elección. No es difícil de hacer y queda muy sabrosa, además de que es comodísima para llevársela al trabajo.
En una olla que tenga bastante capacidad, poner agua a hervir junto con un poquito de sal y pimienta al gusto. Añadir las 4 manos de cerdo, el medio pavo, la carne de vaca troceada, la gallina, los garbanzos y la pata de cordero, bien cubiertos de agua todos ellos, y dejarlos cocer a fuego lento.
Sopa de manzana, zanahoria y anacardos
Os dejo por aquí la sopa de manzana, zanahoria y anacardos, que espero que os guste mucho y que utilicéis la receta más de una vez.
Pelar la cebolla, las zanahorias, la patata y la manzana, trocearlas todas ellas bien picaditas. Poner aceite en una cacerola y, cuando esté bien caliente, saltear las verduras junto a la manzana hasta que quede todo pochadito.
Sopa de fréjoles pintos
Una de las cosas más ricas que me traje yo de mi año de estudios en otra ciudad, fue esta sopa de frejoles pintos que se hacia mi compañera de piso. Es muy sencilla de hacer, y cuando volví a casa se convirtió en una de mis comidas habituales. Se come caliente, pero yo la he probado fría y tan poco está nada mal.