Pastas de té navideñas
Tomar el té a las cinco… es una costumbre muy británica. Sin embargo, si lo vas a acompañar de unas deliciosas pastas de té, estarás deseando que el reloj marque la hora para sentirte como la mismísima Reina de Inglaterra. Con té o con café, a las cinco, en la sobremesa o a media mañana… lo cierto es que estas delicadas pastas elaboradas a base de mantequilla son una delicia. Durante las Navidades, hazlas con formas navideñas… ¡alegrarán el centro de cualquier mesa!
Paso 1:
Relleno para asado navideño
Un pollo, un pavo o un capón… sea cual sea el plato que deseas elaborar durante estas fiestas navideñas, sigue esta receta para el relleno: es tan fácil como deliciosa y, lo mejor de todo, el éxito está asegurado. También puedes hacer esta preparación de forma independiente, gratinada en el horno, y servirla aparte, acompañando platos como un redondo, un asado, etc.
Paso 1:
Cebollas rellenas de jamón
Una receta fácil y deliciosa que puedes tomar sola como un entrante dentro de un menú de fiesta… o bien como guarnición de otro plato… un pavo relleno, un asado… incluso un pescado. Todo un acierto con el que triunfarás durante estas fiestas.
Paso 1:
Pela las cebollas con mucho cuidado, para que queden lo más enteras posible. Acerca una olla o cacerola al fuego con abundante agua y cuando rompa a hervir, añade sal y las cebollas. Cuécelas a fuego suave durante más o menos 35 minutos, o hasta que estén tiernas.
Paso 2:
Guiso rápido de alubias con bogavante
Un plato de celebración no tiene por qué ser sinónimo de un plato elaborado o de una receta complicada. Este exquisito guiso de alubias y bogavante es tan fácil y rápido como delicioso. Ideal para los fríos días navideños.
Paso 1:
Descongela el bogavante dejándolo durante toda una noche en la nevera.
Paso 2:
Arancini (bolitas italianas de arroz frito)
En Italia, los arancinis son un tentempié ideal para el almuerzo… bolitas, como si fueran croquetas, de arroz rellenas. Todo un clásico de la cocina siciliana. Puedes variar el relleno: espinacas, jamón y queso…¡lo que tu imaginación te pida!
Paso 1:
Pica la cebolla menuda y sofríela a fuego suave en una sartén con dos cucharadas de aceite. Cuando comience a transparentar, pasados unos cinco minutos, añade la carne picada, el tomate frito y los guisantes. Deja cocer a fuego medio suave durante una media hora. El resultado final debe ser una salsa espesa.
Spanakopita o pastel griego de espinacas y queso
Este plato es el pastel salado más famoso de Grecia: Spanakopita o pastel griego de espinacas y queso. Por supuesto, en la receta original griega emplean queso feta... el queso más emblemático heleno. Sin embargo, si no lo encuentras, o si prefieres uno más económico, lo puedes sustituir por un queso fresco con sabor, o incluso por queso semicurado rallado. En Grecia se toma habitualmente como aperitivo… ¡y a veces como desayuno!
Arroz al horno con garbanzos y setas
Una receta muy fácil, sencilla, nutritiva y, lo que es mejor, rica y sorprendente. Desde luego, se trata de un arroz diferente. Una idea original ideal para variar nuestro recetario y sorprender a los comensales.
Paso 1:
Pon a remojo las pasas durante tres horas para que se hidraten. Reserva.
Paso 2:
En un sartén con un chorrito de aceite, rehoga los ajos cortados en láminas con las pasas durante 2 o 3 minutos cuidando de que no se quemen ni se doren demasiado. Incorpora el arroz y sofríelo todo junto 2 minutos.
Solomillo de cerdo guisado con frutos secos y hortalizas
En salsa, envuelto en hojaldre o en bacón, a la plancha, a la pimienta, a la naranja, en brochetas o a la sal… lo cierto es que el solomillo de cerdo es delicioso sea como sea. Su carne es tierna y versátil, admite múltiples preparaciones y es mucho más económica que la misma pieza de ternera. En esta receta fácil y riquísima, el solomillo se presenta en un reconfortante guiso.
Paso 1:
Pica la cebolla finita. Pela la zanahoria y pártela en rodajas. El puerro, límpialo de sus hojas externas, raíces y partes verdes más duras, y pícalo también finito.
Conejo estofado con patatitas
Un guiso con sabores de toda la vida, pero muy suave, saludable y ligero. Y es que la carne del conejo tiene grandes propiedades nutricionales, pocas calorías… y lo que es mejor, un precio estupendo. Todo una gozada para un plato suculento.
Paso 1:
Limpia bien el conejo de posibles impurezas, como restos de pelillos y del exceso de su grasa. Y si no lo has comprado troceado, hazlo con la ayuda de un cuchillo grande o machete, con cuidado de no astillar los huesos.
Paso 2:
Guiso de mejillones, gambas y calamar
Un guiso la mar de rico, gustoso y completo… y moderno. Olvídate de asociar la palabra guiso a plato contundente, calórico y tradicional… y a éste es difícil resistirse.
Paso 1:
Pica finamente la cebolla. Por otro lado, limpia el calamar separando la cabeza del cuerpo. Limpia bien por dentro el tubo sacando todo su contenido, retira la membrana que recubre su cuerpo y limpia bien los tentáculos rechazando la parte de los ojos, la bolsa de tinta y el pico. El cuerpo pártelo en aros, y los tentáculos en dos o tres trozos.
Paso 2: