Tomar el té a las cinco… es una costumbre muy británica. Sin embargo, si lo vas a acompañar de unas deliciosas pastas de té, estarás deseando que el reloj marque la hora para sentirte como la mismísima Reina de Inglaterra. Con té o con café, a las cinco, en la sobremesa o a media mañana… lo cierto es que estas delicadas pastas elaboradas a base de mantequilla son una delicia. Durante las Navidades, hazlas con formas navideñas… ¡alegrarán el centro de cualquier mesa!
Paso 1:
Mezcla en un bol la mantequilla en pomada (es decir, cuando está a temperatura ambiente, blandita como para trabajar con ella fácilmente, pero no derretida) con el azúcar, la sal y la vainilla. Añade el huevo entero y mezcla bien con la ayuda de una cuchara o espátula hasta conseguir una pasta homogénea.
Paso 2:
Incorpora la harina y amasa hasta conseguir una masa blanda… puedes empezar con la cuchara o espátula y terminar de amasar ya con las manos. Una vez que hayas conseguido una masa homogénea y blanda, guárdala en el frigorífico… hasta que se endurezca.
Paso 3:
Una vez que la masa se ha endurecido, ya se puede trabajar con ella. Si fuera necesario, amásala de nuevo. Para preparar las pastas, estira la masa con un rodillo sobre la encimera, con un poco de harina espolvoreada por encima, para que no se pegue. Estírala dejándola con un grosor de unos 5 milímetros aproximadamente y cortala con la ayuda de un cortapastas.
Paso 4:
Una vez que ya tienes tus galletas, adórnalas de varias formas… unas con azúcar glas, otras con azúcar normal, y otras pintadas con huevo batido. Cuando estén listas, mételas en el horno, precalentado a 180° durante 10 o 15 minutos.
Presentación:
Sirve tus pastas navideñas en una bonita bandeja o, bien, mételas en una caja bonita y… ¡serán un regalo perfecto o un detalle para llevar a tus anfitriones si estas Navidades comes fuera!