Descubre las mejores recetas de salsas para acompañar carnes o pescados, aderezar ensaladas o completar ricos platos de pasta o verduras. El objetivo de una salsa no es sencillo: no debe camuflar ni anular, sino realzar el sabor de los alimentos. Deben aportar sabor, pero sin querer ser protagonistas… pero sin lugar a dudas, pueden ser la clave de su éxito. ¡Encuentra la que mejor se adapta a tus platos!

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Recetas de salsas caseras | Recetas DIA
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Salsas Caseras

Salsa agridulce china para pollo o cerdo

La salsa agridulce Chinapara pollo o cerdo es la salsa más famosa de esa cocina. Esta salsa acompaña la mayoría de los platos chinos que podemos consumir, al menos en España. Esta salsa suele ser rojiza o anaranjada, picante o no y de textura espesa pero ligera. Aunque hoy en día la podemos encontrar ya elaborada y envasada en cualquier supermercado, no hay nada como la casera. Os voy a contar como la elaboro yo y así cuando hagáis comida casera y no tengáis salsa agridulce, podáis hacerla vosotros mismos y que no se os chafe el plan.

Salsa Pesto clásica italiana

Una de las salsas para pastas más deliciosas y naturales que nos proporciona la cocina italiana es la salsa pesto, hecha a base de albahaca, un buen aceite de oliva, piñones y queso parmesano. Si quieres probarla, aquí te dejo esta fácil receta de salsa pesto clásica italiana, sencilla y deliciosa.

Salsa de champiñones y nata

La salsa de champiñones es perfecta para cualquier plato de carne que se os ocurra, desde unas pechugas de pollo a la plancha a un buen solomillo de ternera. Es una salsa sencilla y muy fácil de hacer, que apenas nos quitará tiempo. Pruébala y ya verás cómo se convierte en una de tus imprescindibles.

Cremas para aperitivos

A continuación os voy a explicar cómo hacer unas fantásticas cremas para aperitivos para que sirváis en vuestros cócteles. Son sencillas de hacer, pero acompañadas de unas tortillas de maíz, pan o incluso unas verduras frescas cortadas en bastones, se convierte en uno de los mejores aperitivos que probareis y podáis ofrecer.

Pesto

Hacer &pesto es muy sencillo y siempre queda bien mezclado en una pasta o en una ensalada. No te llevará mucho tiempo hacerlo y se conserva muy bien, al igual que el tomate frito. Así que, anímate y date el gusto de comer pesto casero.

Pesto de miga de pan con tallarines

Que no se enfaden conmigo los italianos, porque se perfectamente que a esto ellos nunca lo llamarían pesto, pero es el nombre que le he dado yo. Esta receta consiste en hacer una salsa para la pasta, es un pesto de miga de pan con tallarines. A mí me encanta y la verdad es que es además de barato es muy sencillo de hacer. En el pesto tradicional hay frutos secos, en concreto piñones, mientras que aquí los he sustituido por miga de pan. Es diferente pero también está muy rico.

Bacalao al horno con salsa de ajo

Un plato que nos encanta en casa, es el bacalao al horno con salsa de ajo. El bacalao es un pescado que en algunas zonas o algunas personas no suelen comerlo si no es en salazón o en fechas señaladas (semana santa). El ajo es un perfecto acompañante del pescado, en este caso del bacalao, que hace de este plato, un plato de diez..
En primer lugar y para elaborar la salsa de ajo, en un vaso de mezclas pondremos el aceite, el diente de ajo y el huevo y lo batiremos bien hasta que quede como una mahonesa ligada y espesa.

Canelones de verdura, ricotta y jamón

Estos canelones de verdura, ricota y jamón llevan su tiempo, así que tómate la tarde para ello y disfruta de la cena.
Para hacer los panqueques, preparar la masa la noche anterior para que quede más espesa. Para ello, mezclar los huevos con la harina, la leche y el aceite, y dejarlo tapado con un paño en un lugar fresco y seco.
Al día siguiente, calentar una sartén con un poquito de aceite de oliva e ir haciendo los panqueques uno por uno.

Macarrones con salsa de champiñones

Estos macarrones con salsa de champiñones son muy especiales por el sabor que tienen y la textura de la crema. A mí me gustan mucho los champiñones, especialmente con pastas y risottos, por lo que los suelo utilizar bastante.
Colocamos una cacerola en el fuego con abundante agua y un puñado de sal al gusto, y, cuando esté hirviendo, echamos los macarrones para que se cuezan hasta que estén al dente. Entonces, los escurrimos y los reservamos.