Salsa bechamel vegana

Lasaña, croquetas, moussaka, gratinados en general, canelones, salsas blancas… en la gastronomía hay una buena cantidad de recetas que llevan la deliciosa salsa bechamel. Algunos como acompañamiento y otros como base para desarrollar una nueva salsa. Los vegetarianos no tienen problemas pero, ¿y los veganos? ¿Se puede elaborar una versión de esta salsa sin productos de origen animal o la dieta vegana tiene que prescindir de todos esos platos? Pues, afortunadamente, se puede y es bien sencillo.

Un pesto diferente

La salsa pesto es una de las salsas italianas más conocidas además de ser una de las más fáciles de preparar. Simplemente tienes que triturar todos los ingredientes y el resultado habla por sí mismo: absolutamente delicioso. Es perfecta para cualquier pasta o para acompañar patatas y otros platos. Aquí tienes nuestra versión del pesto. Un pesto diferente.
 
Paso 1:
Lo primero que vamos hacer es escaldar en agua hirviendo y sal el perejil y la albahaca durante 5 segundos.

Salsa o guarnición de mango

Esta salsa o guarnición de mango es una receta de inspiración mexicana (¡aunque sin picante! Si quieres una versión fogosa, no pierdas de vista el apartado “Alternativas”) fresca, saludable y vistosa. Úsala para acompañar carnes a la barbacoa, tortillas o pescados asados o simplemente sírvela como ensalada, quizás con unos nachos al lado para dipear. Si sobra, guárdala en el frigorífico y aprovéchala al día siguiente: estará igual de rica.

Salsa boloñesa

Olvídate de todas las boloñesas que hayas probado hasta ahora, esta receta de salsa boloñesa casera es la definitiva. Eso sí, no tengas prisa, porque el secreto de las mammas italianas es hacerla a fuego suave durante laaargo rato. ¡Insuperable!

salsa boloñesa

Paso 1:

Salsa bechamel sin gluten ni lactosa

Poco a poco la sociedad va concienciándose acerca de la importancia de respetar las alergias e intolerancias y legisla para que los restaurantes y supermercados informen acerca de la composición exacta de sus alimentos. También hay cada vez más opciones para sustituir los platos prohibidos por sabrosas alternativas, como esta salsa bechamel sin gluten ni lactosa que puede solucionar desde unas croquetas celíacas (¿has probado a empanar con polenta o semillas de amapola?) hasta una lasaña para intolerantes a la lactosa.

Salsa de arándanos

Esta salsa de arándanos es ideal para acompañar una carne, por ejemplo, con el cerdo va estupendamente, pero también con muchas otras carnes, especialmente asadas, como un costillar, un solomillo, un chuletón o un pollo relleno. En realidad es tan versátil, y como tiene ese punto dulce, sirve incluso para repostería, como por ejemplo como cobertura de una cheesecake. 

Mantequilla de berros

Se llama mantequilla compuesta a la mantequilla fresca amalgamada con una o varias sustancias picadas o trituradas que le dan sabor. Se trata de un recurso muy empleado en la cocina clásica francesa que se puede tomar como aperitivo untada sobre unas sencillas rebanaditas de pan tostado. También es habitual colocarla encima de una carne o pescado a la plancha, o sobre verdura al vapor... al fundirse encima, aporta un delicioso sabor, además de encanto y calidez al plato. Existen mil y una posibilidades para añadir sabor a una mantequilla compuesta.