Es una guarnición perfecta para acompañar carnes, pescados e incluso verduras. Es elegante, suave y cremoso. A los niños les encanta y a los mayores también. Es muy versátil pues admite muchas variaciones y toques de sabor diferentes. Y lo mejor de todo: es super sencillo de hacer. Eso sí, hay que elaborarlo bien porque no hay nada peor que un puré de patatas sin sabor, aguado o chicloso. Te damos 9 trucos para hacer un puré de patatas perfecto
1. Elije bien la patata
¿Aún compras patatas sin mirar de qué clase son? Craso error. Existen cientos de variedades de patatas en el mercado y cada una tiene unas propiedades diferentes. No todas las patatas valen para todo, si lo que quieres es obtener el mejor resultado. En líneas general, muchas patatas ya se comercializan con la indicación de si son especiales para freír o si son para cocer. Lógicamente, debes optar por las patatas que son para cocer. Las variedades de patata ideales para cocer, son aquellas que no se deshagan y tengan buena cantidad de cantidad de fécula, que ayudará a que el puré de patatas quede cremoso. Las mejores variedades son la patata Kennebec y Monalisa. También sirven la Baraka, Desiree y la Duchesse. Es mejor no hacer puré de patatas con patatas nuevas.
2. Patata sin pelar
En primer lugar: las patatas para hacer un puré no deben cortarse con cuchillo, pero tampoco deben chascarse... cosa que se hace para que la patata suelte su fécula y espese los guisos. En este caso no queremos que la fécula se pierda en el agua de cocción.
En realidad, la mejor forma de cocer patatas para hacer un puré es dejarlas enteras y sin pelar. De esta forma la patata absorberá menos agua y perderá menos almidón y sabor... esto se traducirá al final en un puré más cremoso, no aguado.
También es muy importante que las patatas tengas, más o menos, el mismo tamaño, para que así se hagan al mismo tiempo. Si mezclamos patatas muy pequeñas y otras muy grandes, unas se habrán hecho muy pronto y otras aún estarán duras.
3. Agua fría
Bien, ya hemos elegido las patatas, son de un tamaño homogéneo y están enteras y sin pelar. Si tuvieran mucha tierra, debemos lavarlas. Pero lo más importante es que a la hora de cocerlas debemos partir de agua fría en lugar de introducirlas en agua ya hirviendo.
Es decir, coloca tus patatas en una olla, cubre con abundante agua y lleva a ebullición. No escatimes con la cantidad de agua... debes tener en cuenta que durante la cocción se evaporará agua, y la patata debe estar siempre bien cubierta de agua. Añade sal en este punto.
4. Patata muy buen cocida
No hay nada peor que intentar hacer un puré con patatas que no están bien cocidas. El resultado no será más que una patata cruda triturada... su textura y su sabor, nunca será suave y rico. La patata debe cocerse muy bien.
El tiempo aproximado de cocción de las patatas rondará la media hora... pero el tiempo dependerá mucho del tipo de patata empleada y de su tamaño. Así, lo mejor que podemos hacer es comprobar cómo van las patatas a partir de los 20 minutos de cocción pinchándolas con una brocheta o con un cuchillo. Una patata estará bien cocida cuando se ve blanda y no ofrece ninguna resistencia al pincharla.
5. Trabajar en caliente
No debemos dejar que la patata se enfríe antes de triturarla y añadir la leche y la mantequilla... o nos arriesgamos a que no se integren bien los ingredientes y queden grumos. Eso sí, tampoco te dejes las huellas dactilares en el intento de pelarla recién sacada del agua hirviendo. Pélala con mucho cuidado, ayudándote de un cuchillo para no quemarte.
6. Nada de batidora
Una vez que las patatas están cocidas y que se han pelado... llega el momento de triturar. Ni la batidora ni el robot de cocina son recomendables. Lo más probable es que obtengamos un puré más parecido a un chicle si usamos la batidora. Una textura de lo más desagradable.
La mejor forma de triturar el puré de patata es machacándolo manualmente, ya sea con la ayuda de un tenedor, de un prensa patatas o incluso el mazo del mortero.
7. Mantequilla, bien de mantequilla
Junto a las patatas, los ingredientes básicos para hacer el puré son la leche y la mantequilla. Si quieres un puré de patatas delicioso... es mejor olvidarse de la dieta. No hay que escatimar en cuanto a mantequilla que le dará un toque de sabor inigualable y delicioso. Del mismo modo, la leche debe ser entera... e incluso se puede añadir también un poco de nata.
Ahora bien, la mantequilla debe estar enterita a la hora de incorporarlo a la patata, no derretida, y la leche debe estar caliente o, al menos, templada a la hora de añadirla. Esta es la forma de que se integren perfectamente.
8. Cuestión de textura
Más espeso, o más suave... no hay una textura perfecta para un puré de patatas delicioso. Todo depende del gusto de cada uno o del uso que vayamos a darle.
Por eso lo mejor es ir integrando la mantequilla y la leche poco a poco, seguir triturando un poco el puré y moviéndolo hasta obtener la textura deseada.
9. El toque de sabor
Ya está listo tu puré de patata... cremoso, perfecto... pero no te olvides de darle un toque de sabor perfecto con un poco más de sal, pimienta negra o blanca recién molida y una pizca de nuez moscada también recién molida.
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