El sifón para crear espumas es un invento de Ferrán Adriá en 1994. Llevaba tiempo buscando nuevas aplicaciones al sifón que se utiliza en pastelería para montar nata y para hacer cremas chantilly. Él quería crear nuevas texturas y soñaba con la espuma del mar.
Así nació una de las herramientas que hoy en día son imprescindibles en todas las cocinas profesionales del mundo. Sin embargo, desde hace ya algunos años, este artilugio ha dado el salto a las cocinas domésticas. Si, de la alta gastronomía el sifón ha saltado a nuestros hogares, permitiéndonos crear espumas fácilmente, así como emulsiones y cremas ligeras.
Ahora bien, en muchos casos, el sifón se ha convertido en uno de esos trastos que andan acumulados en el fondo de algún armario o en algún cajón de la cocina. Es el típico regalo navideño o, peor aún, el capricho al que después no hemos sabido sacarle partido. Para evitarlo, te contamos como usar un sifón de cocina.
Anatomía del sifón
Antes de usar el sifón… vamos a familiarizarnos un poco con él y analizar cada una de las partes de que se compone. De este modo será más sencillo comprender cómo funciona y cómo usarlo.
Depósito o recipiente: es el cuerpo inferior del sifón, donde se vierte la mezcla líquida con la que queremos elaborar una emulsión o una espuma. Es algo así como el vaso de la batidora, generalmente de acero inoxidable. Los hay, generalmente, de dos tamaños: medio litro y un litro.
Cabezal: es la parte superior del sifón, la que se enrosca sobre el depósito, también de acero inoxidable. En su parte inferior, por dentro, está la junta de silicona, el muelle y la válvula, que siempre deben estar bien limpios y bien fijados. En el exterior, en su parte superior está la palanca para hacerlo funcionar y además se enroscan las dos siguientes partes: la boquilla y el depósito de las cargas.
Depósito de las cargas: Se trata de un tubo cilíndrico donde se colocan las cargas de gas. Al enroscar y apretar este depósito al cabezal, el gas se vacía hacia el interior del depósito.
Boquilla: es por donde sale la espuma del sifón. Se coloca a rosca sobre el cabezal y puede ser lisa o rizada.
Como usar un sifón de cocina. Paso a paso
1. Preparar la crema base a partir de la cual haremos nuestra espuma o emulsión
2. Colar la crema base. Es importantísimo que esta crema base sea completamente líquida y no tenga ningún grumo o partícula, por pequeña que sea. Puede atascar la válvula del sifón y arruinarlo.
3. Llenar el depósito del sifón con esta crema base... Aunque todos los sifones tienes marcas para indicar el máximo de relleno que se puede poner, como norma general, en un sifón de medio litro se puede poner hasta 400 gr. de relleno y 800 gr. de base para el sifón de un litro.
4. Enroscar el cabezal del sifón sobre el cuerpo y cerrar bien.
5. Colocar la cápsula de N₂O en el portacápsulas y ésta, a su vez, en el sifón hasta escuchar perfectamente que se ha abierto la cápsula dejando salir el gas. Para sifones de medio litro, y según la densidad deseada para la espuma, habrá que poner una o dos cápsulas. Dos o tres para el sifón de un litro.
6. Agitar el sifón enérgicamente.
7. Conservar en la nevera, en posición horizontal, durante al menos 30 minutos para espumas frías, o mantener en un baño María para espumas calientes.
8. Disponer el sifón boca abajo y presionar suavemente la palanca y, ¡voila! Ya está tu espuma lista.
En Demos la vuelta al día: Las locuras de la alta cocina
En Demos la vuelta al día: Diseño español: los 5 mejores gastro gadgets de todos los tiempos
