Los brotes y germinados son una bomba de nutrientes... y aunque hace unos años no eran habituales en nuestras cocinas, hoy, gracias a la cocina asiática y a la dieta vegetariana, cada vez son más comunes. De soja, alfalfa, trigo, rábano o mostaza... casi cualquier semilla es susceptible de convertirse en un germinado.

Hay granjas especializadas en el cultivo de brotes y germinados... aunque también se puede hacer en casa muy fácilmente... ¡Ni siquiera es necesario tener un huerto!. Tú solo necesitarás algún frasco de cristal de boca ancha o un tupper, y los brotes necesitan humedad, calor y no recibir la luz directa del sol, al menos al principio.

Los germinados están disponibles en cualquier época del año, no dependen de las temporadas... de hecho, su ciclo de cosecha dura tan solo una semana y su rendimiento es enorme.... por poner un ejemplo, con 500 gramos de semillas de alfalfa, se producen entre 5 y 7 kilos de germinados frescos. De forma que, en casa, y para un consumo familiar, no será necesario cultivar más que un pequeño puñado de semillas.

La mejor manera de producir germinados en casa es de la siguiente forma:

1. Poner las semillas en un frasco de cristal, llenarlo de agua hasta la mitad y cubrir la superficie con una gasa sujeta con una goma elástica. Es recomendable que las semillas sean de alta calidad biológica y que no hayan sido congeladas ni tostadas... o te arriesgarás a que no broten. Respecto al frasco, es importante que sea de cristal y que su boca se ancha... para que puedan respirar.

2. Mantener las semillas a remojo entre 8 y 15 horas, dependiendo de la dureza de las semillas. Por ejemplo, las semillas de alfalfa, berro, fenogreco, mostaza y rábano deberán estar entre 4 y 6 horas en agua, mientras que las lentejas, trigo y judías, deberán estar entre 10  y 12 horas. También es importante que durante este romojo el frasco no esté expuesto a la luz del sol directa.

3. Retirar el agua y enjuagar con agua fresca las semillas.

4. Con las semillas húmedas... dejar el frasco en un lugar cálido y oscuro. Debe  estar , a ser posible, un poco inclinado, para facilitar la evaporación del agua. Sea como sea, las semillas deben estar húmedas pero sin agua... o te arriesgas a que prolifere el moho o los hongos.

5. Las semillas deben enjuagarse 2 o 3 veces al día, escurriéndolos posteriormente. Este proceso se hará entre 2 y 5 días... hasta que comiencen a verse los brotes.

6. cuando los brotes tengan alrededor de 2 centímetros de largo, ya pueden exponerse a la luz del sol indirecta durante un rato al día para que se forme la clorofila y las hojas se pongan de un vivo color verde.

7. ¡Ya están listos para consumir!.

En Demos la vuelta al día: Brotes y germinados, ¿qué son?

En Demos la vuelta al día: Escaldar: la cocción saludable

En Demos la vuelta al día: Como saber si un huevo está fresco o no

Descripción corta
Son nutritivos, sanos y muy ricos. Los brotes y germinados ya se han hecho un hueco en nuestras cocinas. Y lo mejor de todo, los puedes cultivar muy fácilmente en casa. ¿Quieres saber cómo?
Votación
Average: 5 (2 votes)
Etiquetas
Categoría
Imagen
Como cultivar brotes y germinados en casa
Tipo de truco
Texto