Huevo y patata

Mantengo una batalla constante con mis hijos para que coman verduras, pero la única que parece que les gusta es la patata. Por eso idee este puré mixto de patata y coliflor con cilantro. A ellos les encanta acompañando cualquier plato de carne, y no se enteran de que además están comiendo más verduras de las que creen. Un acierto de plato.
Lo primero que hacemos es cocer las patatas y la coliflor. hecho esto, pasar las patatas y la coliflor calientes por el pasapurés hasta obtener una mezcla bien cremosa.

Hace unos años me volví vegetariana, y desde entonces me he negado a renunciar a determinados platos que por norma general estaban hechos con algo de carne. en este empeño encontré lo que es hoy uno de mis platos favoritos, esta quiche de brócoli y pimento rojo. Porque el haber decidido una determinada opción en tu vida, no significa que tengas que renunciar a sabores deliciosos.
Antes de ponernos a hacer el relleno, hacemos la masa.

Las patatas es uno de mis ingredientes favoritos debido a lo versátiles que son a la hora de cocinar. Les va bien todo. Un claro ejemplo de esto que te digo es este plato de patatas gratinadas con atún. El sabor de las deliciosas patatas cocidas en leche se junta con la suntuosidad de la bechamel con el atún. un plato redondo.
Comenzaremos por pelar las patatas y cortarlas en rodajas del grosor de medio dedo, más o menos. Calentar la leche en una cazuela con la sal, el laurel y cocer las patatas durante al menos unos 7 minutos o hasta que estén tiernas.

Estos huevos rellenos de atún5 me recuerdan los veranos cuando era pequeña y nos juntábamos toda la familia para cenar en el merendero de la casa de mis abuelos. El plato estrella siempre era este. Los preparaba mi abuela, los colocaba en ese plato que todas tenemos para los huevos rellenos, Y los primos nos peleábamos por ver quién era el que comía más. Están buenísimos y son la mar de refrescantes para nuestras cenas de verano.

La receta de patatas gratinadas con queso cheddar nos muestra la versatilidad que tiene este alimento a la hora de cocinarse. Este tubérculo originario de América nos ha proporcionado tanto deleite en nuestra cocina que bien se merecería un puesto entre los grandes alimentos de nuestra dieta, bueno, en la mía está.

Los huevos esparragados es un plato completo y delicioso que a partir de ahora se convertirá en una cena habitual para ti y tu familia. Fáciles y sencillos, como la mayoría de las cosas buenas de la vida.
Lo primero que se hace es un refrito con la cebolla, los ajos y el pan. Cuando este la cebolla transparente, se le refrié un poquito de pimentón y se le agrega agua. Lo dejamos cocer un poco en la sartén y se pasa todo por la batidora.

La mujer de un amigo es ecuatoriana, y desde allí nos ha traído cosas maravillosas, como muchos platos de comida. Uno de ellos es este delicioso ponche navideño ecuatoriano. Aquí no sé porque no tenemos tradición de consumir ponches en Navidad, porque están deliciosos, además de la sensación de calorcito que tienes según te lo vas tomando. Pruébalo y ya verás como en Navidad se convierte en algo tan típico en tu casa como son los turrones.
En una olla hervimos la leche con la canela y la leche condensada. Una vez listo lo dejamos reposar unos minutos.

El pastel del pastor que os traigo es una versión del delicioso pastel de patatas. Es un plato completo y delicioso que gustará a todo el mundo. Receta fácil donde las haya con un resultado exquisito si sigues los siguientes pasos.
Pela y pica la cebolla, raspa las zanahorias y limpia los champiñones, lávalos y trocéalos; rehoga la cebolla en una sartén con 3 cucharadas de aceite, durante 8 minutos.
Añade la carne y cuando cambie de color y esté bien desmenuzada, incorpora las zanahorias y el tomate. Lava, seca y pica la albahaca.

A mí me enseñaron esta receta como guarnición, pero las patatas con beicon y mozzarella me parece un plato tan contundente que lo suelo comer como plato único. Si no estás a dieta, o lo estás y quieres darte un capricho, háztelas un día. De lo buenas que están debe de ser pecado.
Freímos las patatas, que hemos pelado y cortado en bastones. Mientras en otra sartén aparte sofreímos el bacon sin nada de aceite porque él por sí solo ya va a soltar grasa. En una fuente ponemos las patatas y encima el bacon, con la mozarela por encima.

Que algo sea sencillo de hacer no significa que no tenga que estar rico. Eso pasa con cualquier guiso de patatas, como estas patatas guisadas con chocos. El choco, también conocido como sepia, es uno de los alimentos que nos ofrece el mar que más bueno está en cualquiera de las formas que se cocine, y esta es maravillosa. Pruébala, repetirás.
En una cacerola honda, echamos el aceite que cubra bien el fondo, lo calentamos y añadimos el pimiento en trozos medianos y la cebolla bien picadita y las hojas de laurel, dejamos pochar a fuego bajo.