Sopas y cremas

A los niños no les gusta demasiado la verdura, asique hay que estar constantemente engañándoles para que la coman. Una de las formas en que lo hago yo, es servirla junto con cosas que a ellos les encanten. Eso es lo que hago yo con este puré de guisantes y bacón. Está muy bueno y a todos nos gusta, desde niños a mayores.

Uno de los platos que más me apetecen cuando empieza a hacer frio es esta sopa de calabacín y zanahoria , que además de hacer que entres en calor rápidamente tiene un sabor delicioso. El punto interesante le dan los toques de queso que se añaden al final, y que hace que se resalten los sabores de las verduras. Deliciosa.

Seguramente la patata sea la verdura más versátil que hay. La podemos comer como plato principal o de acompañamiento, guisada o asada, no importa, siempre que da estupenda. Una de las formas en que más me gusta es en esta sopa de patata, que es muy sencilla y fácil de hacer. Es una sopa que está hecha además con ingredientes de un precio muy asequible, asique si andamos un poco cortos de dinero, es perfecta porque no sacrificas tu alimentación.

La calabaza es una de mis verduras favoritas, y por ello está muy presente en mi dieta. Para los días especiales suelo hacer esta crema de calabaza al cava, que está realmente buena. El dulzor de la calabaza contrasta con el sabor seco del cava, resultando una combinación deliciosa. Pruébala y lo verás. En primer lugar pelamos la calabaza y la patata, y junto a la cebolla, lo cortamos todo en trocitos. Ponemos al fuego una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva, y cuando este esté caliente, echamos las verduras troceadas.

Vamos a preparar la mejor sopa de pan casero. Como bien dice el nombre, es la mejor sopa porque el cocinero que cocinaba esta sopa de una manera irrepetible era mi abuelo. Es una sopa muy rica, que a mí me encanta comer y que me trae muy buenos recuerdos. Además está muy rica y es ideal para comerla en esos días de tanto frío. Espero que os guste tanto como me gusta a mí.
Lo primero que vamos hacer será llenar un cazo de agua. Después y una vez llena, vamos a echar los trozos de pan duro. A continuación vamos a ponerlo al fuego y dejaremos que el pan se ablande.

Esta crema de calabacín suave, como su propio nombre indica, no llena mucho y queda muy finita. Es ideal para llevarla al trabajo a comer, ya que yo creo que se necesita energía pero también una comida ligera para no quedarte dormido después.
Preparar una tabla de madera en la mesa de trabajo y, sobre ella, pelar la cebolla y picarla, cortar los puerros en trocitos pequeños, y pelar la zanahoria y dejarla picadita también. Los calabacines, por su parte, no se pelan, simplemente se lavan y se cortan en trocitos pequeños.

La crema de nata es uno de los pilares básicos en repostería. Es una crema que nos sirve de relleno de muchísimos postres, tartas, pasteles, bollos, etc. A mí me encanta que forme parte de mis postre y también de ciertas frutas. Si, lo sé, soy muy golosa.
Lo primero que haremos será batir con la batidora normal todos los ingredientes excepto la nata y reservaremos.

En los días fríos de invierno o cuando comienzas a sentir que se has constipado, no hay mejor remedio que fortalezca y renueve más que un buen caldo calentito. El que suelo hacer es un caldo de gallina campera y huesos con tuétano. Aún recuerdo los caldos que me ha preparado a mí mi abuela cuando enfermaba. Ahora que yo soy madre entiendo el porqué me hacía bebérmelos a diario de dos a tres tazones. La verdad era que me tomaba uno o dos y parecía otra.

En los días fríos de invierno o cuando comienzas a sentir que se has constipado, no hay mejor remedio que fortalezca y renueve más que un buen caldo casero calentito. El que suelo hacer es un caldo de verduras con morcillo de ternera. Aún recuerdo los caldos que me ha preparado a mí mi abuela cuando enfermaba. Ahora que yo soy madre entiendo el porqué me hacía bebérmelos a diario de dos a tres tazones. La verdad era que me tomaba uno o dos y parecía otra.

La receta de gazpacho debería estar escrita en un papel puesto en la nevera durante todo el verano, aunque te la acabas aprendiendo. Creo que es una de las mejores cosas que se han inventado para el verano, incluso te lo puedes tomar como si estuvieras bebiendo un zumo, es genial.
Lavar y trocear en un bol grande los tomates, el medio pimiento rojo y el medio verde, un pepino, dos dientes pequeños de ajo y una cebolleta. mezclarlos todo bien y añadir la sal, el aceite y el vinagre. Dejarlo macerar todo junto unas cuantas horas para que coja bien el sabor.