Lasaña de verduras con piñones tostados

La pasta es uno de los platos más populares... en todo el mundo. En Italia la toman prácticamente a diario. Nos aporta hidratos de carbono y proteína, por lo que es conveniente tomarla para comer. Pero si además le añadimos verdura y frutos secos, se convierte en un plato completísimo. Es lo que conseguiréis con esta receta de lasaña de verduras con piñones tostados.

Paso 1:

Precalienta el horno a 180ºC.

Fideuá negra con alioli

¿Un plato caliente, saciante y con gusto marinero? Una opción apetecible prácticamente en cualquier almuerzo. La fideuá es un plato característico del levante y esta versión con tinta de calamar le aporta un extra de sabor a mar y un aspecto jugoso y enigmático. Acompáñala de salsa alioli para que el increíble contraste de sabores provoque que todos repitan hasta vaciar la olla. Verás que sencillo es hacer esta fideuá negra con alioli.

Bagel serpiente

Cuanto más cerativos seamos y más imaginación le echemos a la hora de cocinar más variados, saludables y divertidos serán nuestros platos. ¡Así no hay quién se aburra! Y los reyes de la casa seguro que no se resisten a meriendas tan originales y divertidas como este bagel serpiente. Además puedes prepararlos con tus hijos y verás qué rato tan agradable pasáis en familia.

Paso 1:

Crema de patatas

Las verduras son indispensables en nuestra dieta. Para los menos aficionados, la mejor manera de consumirla sin que les parezca una tortura es en purés o cremas. Se puede dar prioridad a aquellas que más nos gustan y meter en menor cantidad otras que nos gusten menos pero que aportan muchas cosas buenas a nuestro organismo. Puedes seguir esta receta de crema de patatas para conseguir un resultado riquísimo ¡y muy sano!.

Tajine de kefta y huevo

El tajine es un guiso marroquí y, al mismo tiempo, la cazuela con tapa cónica en el que se cocina. Una delicia aromática y exótica. Quizá el más conocido sea el de pollo con limón confitado y aceitunas, o el de cordero con ciruelas... pero en realidad existen mil tipos, y todos deliciosos: como este tajine de kefta y huevo. El kefta es una elaboración típica de oriente medio de carne picada especiada que puede tener forma de rollito o, como aquí, de albóndigas. ¡No te lo pierdas!.

Linguini con chipirones

Linguini o linguine es el nombre italiano de lo que en España se conoce tradicionalmente como tallarines. El tagliatelle auténtico es muy parecido pero más ancho. Por su parte, chipirón y calamar son dos nombres que se pueden usar indistintamente para este cefalópodo. Lo que este baile de palabras no cambia es el aporte de minerales y energía de estos linguini con chipirones… ¡ni su delicioso sabor a mar!

Paso 1

Pollo al ajillo

El pollo es un alimento tan versátil que casi podemos prepararlo de cualquier manera. Una receta que nos traslada a esas recetas de nuestras abuelas o nuestras madres es sin duda el pollo al ajillo. Un plato delicioso y muy sencillo de preparar que deberás incluir en tu recetario, si aún no lo has hecho. Además es una un plato muy económico y bajo en grasas.

Paso 1:

Marmitako de bonito

Casi con seguridad, el marmitako de bonito es el guiso marinero más conocido y apreciado en España, un plato tradicional que antiguamente era humilde y que hoy se ha convertido en un plato de reyes. Sea como sea, echa las redes a esta receta... y no la dejes escapar. ¡Verás como triunfa en tu casa!

marmitako de bonito

Paso 1:

Pasta con calabacín y berenjena

Las exuberantes hortalizas de verano, por suerte, ya nos acompañan todo el año. Lo mismo ocurre con la albahaca, una de las hierbas estivales más aromáticas y delicadas que muere con los primeros vientos fríos.  La pasta con calabacín y berenjena es un plato que puede provocar nostalgia de vacaciones y mar y sol, pero también nos puede ayudar a sobrellevar los meses de frío recordándonos que la primavera, aunque no lo parezca, estará en poco tiempo a la vuelta de la esquina.

Tofu de Garbanzos

mezla la harina de garbanzos con el agua en una olla grande, tápala y déjala reposar toda la noche.Por la mañana, sin mover la mezcla, quita tres tazas de agua de la parte superior y descártalas.Calienta la cucharadita de aceite en otra olla, a fuego medio, vierte el resto del agua con cuidado, reservando en el fondo de la primera olla una especie de lodo blanco formado por la harina de garbanzos.