Salsa o guarnición de mango

Esta salsa o guarnición de mango es una receta de inspiración mexicana (¡aunque sin picante! Si quieres una versión fogosa, no pierdas de vista el apartado “Alternativas”) fresca, saludable y vistosa. Úsala para acompañar carnes a la barbacoa, tortillas o pescados asados o simplemente sírvela como ensalada, quizás con unos nachos al lado para dipear. Si sobra, guárdala en el frigorífico y aprovéchala al día siguiente: estará igual de rica.

Champiñones gratinados

Si buscas un plato sabroso, reconfortante y vegetariano, ya lo has encontrado: estos champiñones gratinados son una auténtica gozada para los sentidos. Sirven tanto para comerlos solos como para utilizarlos como guarnición de otra cosa, pero cuidado… ¡hartan bastante!

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Coles de Bruselas, zanahoria y brócoli al horno

Las verduras correctamente cocinadas y sazonadas son un manjar que cabe en cualquier mesa por su variedad de sabores y económico precio. Este plato de coles de Bruselas, zanahoria y brócoli al horno es beneficioso para tu salud por su gran cantidad de agua, vitaminas y minerales y bajo porcentaje de grasas y calorías; pero es que, además, está tan bueno que querrás vaciar el plato dos veces. El amargor y la dureza característicos de las coles de Bruselas y el brócoli se pierden con el asado y el picante de la guindilla añade un toque extra de interés.

Mantequilla de berros

Se llama mantequilla compuesta a la mantequilla fresca amalgamada con una o varias sustancias picadas o trituradas que le dan sabor. Se trata de un recurso muy empleado en la cocina clásica francesa que se puede tomar como aperitivo untada sobre unas sencillas rebanaditas de pan tostado. También es habitual colocarla encima de una carne o pescado a la plancha, o sobre verdura al vapor... al fundirse encima, aporta un delicioso sabor, además de encanto y calidez al plato. Existen mil y una posibilidades para añadir sabor a una mantequilla compuesta.

Patatas Hasselback

Desde la cosmopolita Suecia viene esta manera de asar las patatas en forma de acordeón, las patatas Hasselback. Su exterior crujiente y corazón cremoso las convierten en una guarnición aparentemente sofisticada pero, en realidad, son muy sencillas de hacer. Aunque, si quieres que queden perfectas, ten en cuenta que las patatas deben ser nuevas, de tamaño medio y con una textura tirando a cerosa.

patatas hasselback

Patatas a la mostaza

Esta guarnición de aires centroeuropeos combina a la perfección con carnes y pescados que necesiten un complemento fuerte y vibrante. Con muy poquitos ingredientes y una elaboración sencilla puedes obtener una guarnición o un entrante completo a modo de ensalada tibia. Acompaña tus patatas a la mostaza de una cerveza tipo lager y siéntete como si estuvieras en una taberna de Praga o Budapest.

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Coleslaw blanca y roja

La coleslaw es la ensalada americana por antonomasia. Una ensalada muy fácil de preparar y que es perfecta para acompañar cualquier plato de carne asada a la brasa o hamburguesas. Nosotros vamos a enseñarte a preparar una coleslaw blanca y roja que dará un bonito color a tus platos.

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