Bebidas y lácteos

Estos canapés de camembert asado con higos y salsa de mostaza vienen de una receta que me dio una amiga, aunque algo cambiada.
Tenemos que cortar el queso camembert en rodajas que queden a nuestro gusto, y colocarlas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Bañamos el queso con un poquito de aceite y lo asamos unos minutos en el horno a 150º.
Cortamos los higos, previamente lavados, y los reservamos. Para hacer la salsa de mostaza colocamos en un bol una cucharadita de ésta y la mezclamos con la cucharadita de miel y el zumo de medio limón.

Si eras de los que pensaba que las crepes sólo se comían con dulce, estabas equivocado, ya que con esta sencilla masa se pueden hacer comidas saladas estupendas, que luego presentar en forma de aperitivo. Una propuesta para que te empieces a introducir en el mundo de las crepes saladas, es esta receta de crepes de Parmesano. Un relleno estupendo con una masa deliciosa, dando lugar a un maravilloso y suculento plato.

Este gratinado de berenjenas y calabacines es perfecto para comer la verdura de un forma diferente a la habitual, en caso de no gustarte mucho. En mi casa se comen mucho estas verduras y las hago así por variar un poco y conseguir hacer un plato único.
En una sartén con un chorrito de aceite bien caliente, cocinamos la berenjena salada al gusto, que tiene que estar previamente lavada y cortada en rodajas.
Por otro lado, y con la berenjena ya hecha, cocinamos el calabacín, también lavado y cortado.

La delicia de coliflor tiene el problema de que, al cocinarla, se te quitan las ganas de comerla. Pero el sabor no tienen nada qué ver con el olor, créeme.
Tenemos que limpiar la coliflor y dejarla en ramitos. Una vez listas, la ponemos en una cacerola con agua, un chorrito de vinagre y la sal al gusto, y la dejamos hacerse al vapor. Cuando esté bien tierna, la escurrimos bien y la reservamos.
Licuamos el queso manchego junto con la cucharada de harina, la leche, el consomé y los huevos, y los colocamos en una fuente junto con la coliflor.

Uno de los canapés más deliciosos que conozco son estos sencillitos canapé de queso. Es un canapé muy delicado, debido a que está envuelto en la pasta filo, pero que al romperse descubres una maravillosa mezcla de queso y mermelada de tomate.

El otro día fui a Madrid y entramos en un bar que es conocido por sus croquetas, y en cuanto probé las de espinacas me encantaron. Pensé que nunca había comido nada tan rico. Por eso en cuanto volví a casa me puse a investigar para encontrar una receta que las pudiese igualar, y la verdad es que tengo que decir que estas apetitosas croquetas de espinaca se le acercan bastante. Simplemente me encantan.

Después de las comidas, no hay nada mejor que una copa de los llamados “digestivos”, y que no dejan de ser licores. Variedades hay muchas, pero pocas que me gusten más que este licor de mandarina. Lo único malo de hacer esta receta es que tienen que esperar un tiempo para poder degustarla, pero creedme, merece completamente la pena ese tiempo.

Llega el verano y parece que lo que más te apetece es beber para refrescante, olvidándote casi casi hasta de comer. Nosotros tenemos una casa en el pueblo, y cuando estamos de vacaciones, a eso de las 8 de la tarde lo que hacemos es sentarnos en el patio y disfrutar de una buena copa de tinto de verano con frutas. En tinto de verano te refresca, y al poner a maceraren el unas frutas lo que hace es darle un toque delicioso. Lo mejor es que cuando te lo terminas te puedes comer las frutas que están deliciosas.

Un producto lácteo que me encanta, aunque he de decíos que yo no soy ni de yogures ni de beber mucha leche, es la cuajada casera con miel y nueces, ¡me encanta! Me podéis tachar de rara pero así es, no soy muy de lácteos pero sin embargo este postre me encanta y casa vez que tengo la oportunidad de ir a un restaurante y que me la sirvan, no dudo ni un minuto en pedirla. Os cuento como elaboro yo la mía en casa y espero que si como a mí, os gusta mucho, la hagáis inmediatamente.

Nunca antes había probado el jengibre, pero he de decir que cuando lo hice su sabor me fascino. Ese sabor entre dulce y picante que lo hace único, y que en bebidas bien frías resulta delicioso, como en este refresco de jengibre del que os traigo la receta. Se hace en nada de tiempo y es perfecto para tomar en esas tardes de verano calurosas. Os encantará.