Patatas doradas al tomate
Si te gustan las patatas, esta receta te va a ser muy útil. Las patatas doradas al tomate son una buena elección para que los niños coman bien y sin protestar, y se alimenten.
Pelar las patatas y cortarlas en dados medianos. Se colocan en una bol y se añade la sal y la pimienta al gusto. Además, se añade un poco de pimentón y se mezcla bien entre los dados de patatas.
Acomodar las patatas en una fuente forrada con papel para hornear para evitar que se peguen en el fondo.
Rape con tomate y verduras
El rape con tomate y verduras es un plato delicioso que me gusta hacerlo cuando vienen amigos a cenar a casa, porque con él te aseguras de que siempre vas a aquedar bien. No es difícil de hacer y el resultado es espectacular.
Lasaña de espinacas y boloñesa
¡Una deliciosa lasaña de espinacas y boloñesa para chuparse los dedos! Así es esta receta, que espero que os encante y que la hagáis muchas veces.
En primer lugar, ponemos en una olla abundante agua y, cuando esté hirviendo echamos las láminas de pasta de lasaña con un par de cucharadas de sal y un buen chorro de salsa de soja. Cuando estén cocidas las láminas, las sacamos con ayuda de una espumadera para que no se rompan y las reservamos encima de un paño para que se sequen y se enfríen.
Rollitos de lomo con ciruelas
La carne de cerdo combina a la perfección con sabores dulces como el de las ciruelas pasas. Una receta sencilla y rápida que además, enloquecerá a los niños.
Paso 1:
Extiende los filetes en una tabla y ponles sal. Reparte las almendras laminadas por encima.
Paso 2:
Aplasta las ciruelas y pon una encima de cada filete bien repartidas. Coloca después una loncha de queso.
Paso 3:
Hojaldre de bacalao y pasas
Este delicioso hojaldre de bacalao y pasas es muy sencillo de hacer, verás que no tiene ninguna complicación. No obstante, cuidado no se te vaya a quemar por fuera y estar frío por dentro, eso es el punto fuerte de la receta, dejarlo todo bien cocido y sin pasarse.
Solomillo de cerdo al oporto
Para hacer este delicioso solomillo de cerdo al oporto es idóneo conseguir una buena pieza de carne y un buen vino de Oporto. El resto, tener tiempo de hacer y, sobre todo, tiempo de disfrutarlo.
Limpiar el solomillo y rociarlo de aceite. Salpimentar al gusto y reservar hasta que se caliente la sartén con el aceite a una temperatura alta.. Entonces, echar el solomillo a fuego moderado, dándole vueltas para que se haga por todos los lados hasta que esté al punto que guste.
Pasta con chipirones y langostinos
Esta pasta con chipirones y langostinos está buenísima, ya que tiene el sabor del mar, que siempre es agradecido y te deja perfectamente lleno para continuar el día o la noche.
Hachis parmentier (pastel de carne y puré de patata)
El hachis parmentier es una receta clásica francesa muy sencilla de preparar y que hará las delicias de los más pequeños. Además permite aprovechar las sobras de cualquier guiso de carne, por lo que es muy útil en la cocina.
Paso 1:
Pela las patatas, la cebolla y el ajo. Pica la cebolla y el ajo muy finitos, y corta las patatas a la mitad.
Paso 2:
Acerca al fuego una olla con abundante agua y cuando rompa a hervir incorpora las patatas, sal y cuece durante 25 minutos o hasta que estén blanditas.
Rollitos rellenos de queso en salsa de chile
Estos rollitos rellenos de queso en salsa de chile son una delicia que aprendí de una amiga mexicana. No es que sean especialmente mexicanos, pero a mí me encantan y por eso trato de hacerlos muy a menudo.
Hay que sazonar los bistecs con la sal y la pimienta, y colocarlos en un plató. Se reparten las tiras de queso entre los diferentes bistecs y se enrollan clavando un palillo en el medio de cada uno para que no se abran.
Se calienta aceite en una sartén y, cuando esté bien caliente, se fríen los rollitos rellenos de queso hasta que estén dorados.
Espinacas con marisco y huevo
Hacer espinacas con marisco y huevo es mucho más atractivo que comerlas solas, además de que es un plato mayormente elaborado, por lo que se podría hacer perfectamente para una cena de estas más comprometidas.
Pelar las gambas y los langostinos con cuidado, y reservarlos para después. Los caparazones y las cabezas de éstos se cuecen en una cacerola con abundante agua y un poquito de sal al gusto. Una vez listo, se cuela el caldo y se cuece en él las espinacas añadiendo algo más de sal.