Pollo a la naranja

Un guiso ligero y con un toque ácido que le va a la perfección. Si estás harto de tomar pollo asado o a la plancha porque te parece lo más aburrido del mundo, echa un ojo a esta receta de pollo a la naranja. Hemos usado una olla rápida en la elaboración para ahorrar tiempo aunque puedes hacerlo en una olla normal dejando que se haga a fuego medio-bajo. En todo caso, el resultado es una receta que gustará a cualquiera. Y si te esmeras un poquito con la decoración del plato, puede ser la opción perfecta para una cena o almuerzo elegante. 

Paso 1: 

Helado de cerezas con nata

A todos nos encantan los helados y más tomarlos en una tarde de verano con muchísimo calor. Yo os propongo hacer un riquísimo y refrescante helado de cerezas con nata. De esta manera siempre que nos apetezca, tenerlo a mano y no quedarnos con las ganas. Que delicioso y mejor, incluso, que el que podemos comprar en una heladería. ¡Os encantará!
En primer lugar y una vez que tenemos las cerezas deshuesadas y troceadas, las meteremos en el congelador y las dejaremos hasta el día siguiente.

Ensalada de ventresca con piquillos confitados

Plato fácil, sabroso y muy típico en algunas zonas de España. Ten a mano un buen aceite de oliva y conseguirás una cena ligera y perfecta para verano con esta ensalada de ventresca con piquillos confitados. La ventresca es una parte muy sabrosa del atún (se denomina así porque está cerca del vientre) y es perfecta para preparar aperitivos y ensaladas. Cómprala en conserva y disfruta de ella cuando más te apetezca. 

Paso 1: 

Helado frito de vainilla

Parece que el helado frito de vainilla es una de esas recetas solo típicas de la cocina china… pero en realidad es una receta antigua (se han encontrado documentos que hablar de ella en torno al 1800) y que puedes encontrar en otros países como México y con muchas versiones diferentes.

Paso 1: 

Pan de pita

Un pan…¿plano? ¡Sí! El pan de pita es todo un clásico en Oriente Medio: su corteza crujiente y la ausencia de miga hace que sea muy fácil de rellenar. En los países donde es típico lo puedes encontrar con salsa picante, relleno de terna y algunas verduras… También en nuestro país, porque es una de esas recetas que ha traspasado fronteras…¡y ha llegado para quedarse! 

Paso 1: 

Lomo de cerdo con cebolla caramelizada

Una de las comidas más especiales que se pueden preparar es un buen plato de carne acompañado con una salsa dulce de verduras o frutas, porque le van estupendamente bien. Una receta en este orden, es este lomo de cerdo con cebolla caramelizada que lleva haciendo mi madre desde que tengo recuerdo, pero que yo he modernizado un poco. Tiene un sabor maravilloso que estoy segura que a todos os va a encantar.

Bizcocho de almendra de mi madre

He de reconocer que lo que más echo en falta de la casa de mi madre es su comida. Nadie cocina como ella, en especial los dulces para los que tiene una mano especial. Uno de mis preferidos es este bizcocho de almendra de mi madre, que le queda estupendo, en especial si lo acompañas con una buena taza de café o chocolate caliente.

Lubina con gazpachuelo

El gazpachuelo es probablemente la sopa malagueña por antonomasia, y no falta en el menú de los pueblos de la provincia andaluza. Se suele elaborar con marisco o pescado cocido, o bien salteado. Y también lo puedes encontrar con un buen caldo de pescado como base. Aquí tienes nuestra versión, lubina con gazpachuelo

Paso 1: 

Saca los lomos de la lubina, dejando la piel, si no lo han hecho en la pescadería por ti. Por otro lado, limpia los mejillones.

Paso 2: 

Pimientos asados

Cuando llega el final del verano, nosotros que tenemos huerta recolectamos una cantidad exagerada de pimientos, y además de comerlos en ensalada, los solemos asar. Es una forma estupenda de comerlos y la verdad es que con estos pimientos asados puedes hacer muchísimas cosas, desde una ensalada, a unos aperitivos o comerlos como guarnición con algún plato de carne.

Ensalada de sandía

¡Fruta fresca! La sandía es la fruta del verano por excelencia… por ser refrescante y sabrosa… Así que no la dejes solo para el postre, úsala en tus ensaladas sin cortarte ni un pelo y sorprenderás a todos con el sabor de esta ensalada de sandía

Paso 1: 

Primero, pica la cebolla morada en juliana, es decir, en tiritas finas. Haz lo sobre una tabla y procura que verdaderamente queden finas, porque esta es una ensalada fina y el objetivo es que la cebolla nos aporte crujiente pero que sea además agradable de comer.