Tortilla de espinacas con queso
Esta tortilla de espinacas con queso es muy cómoda de hacer sobre todo en días en los que no tienes mucho tiempo para pararte a cocinar, que en mi caso son muchos. Siempre me gusta tener recetas de este tipo en mente para poder hacer algo rápido pero que alimente.
Ponemos a hervir las espinacas en agua con un poquito de sal y, cuando estén listas, las escurrimos para que suelten bien todo el agua. A continuación, en una sartén con un poco de aceite bien caliente freímos las espinacas con el ajo y lo reservamos.
Ensalada de melón con queso azul
Una ensalada ligera, pero con una fuerte personalidad gracias al queso azul. Anímate a mezclar ingredientes que hasta ahora, tal vez no te imaginabas lo bien que casaban. ¡pruébala!
Paso 1:
Lava las espinacas si fuera necesario, y escúrrelas bien, e incluso sécalas bien con un poco de papel de cocina.
Paso 2:
Pela y corta el melón en trozos no muy grandes. Corta el queso en trocitos y rompe ligeramente las nueces si están muy enteras.
Paso 3:
Salmón coulibiac
La receta del salmón coulibiac es de origen ruso, aunque se prepara mucho en todo el centro de Europa. Un plato ideal para fiestas y celebraciones, con el que tendrás un éxito seguro. Salud. ¡Zdrasty!
Paso 1:
Pica la cebolla y el ajo finamente. Acerca una olla o cacerola al fuego y saltea. Cuando la cebolla esté transparente, pasados unos 5 minutos, añade las setas lavadas (si son frescas) o descongeladas (si has optado por una bolsa de setas congeladas), y saltea durante 10 minutos más.
Paso 2:
Lasaña de hongos
Una variación deliciosa y vegetariana para una de las recetas más irresistibles: la lasaña. Tus hijos no volverán a decir que no les gustan las verduras.
Paso 1:
En primer lugar, descongela las espinacas y la mezcla de setas si has optado por comprarlos congelados.
Paso 2:
Pela los dientes de ajo y la cebolla. Rehógalos con un poco de aceite en una olla amplia a fuego suave y añade sal.
Lasaña de espinacas y boloñesa
¡Una deliciosa lasaña de espinacas y boloñesa para chuparse los dedos! Así es esta receta, que espero que os encante y que la hagáis muchas veces.
En primer lugar, ponemos en una olla abundante agua y, cuando esté hirviendo echamos las láminas de pasta de lasaña con un par de cucharadas de sal y un buen chorro de salsa de soja. Cuando estén cocidas las láminas, las sacamos con ayuda de una espumadera para que no se rompan y las reservamos encima de un paño para que se sequen y se enfríen.
Espinacas con marisco y huevo
Hacer espinacas con marisco y huevo es mucho más atractivo que comerlas solas, además de que es un plato mayormente elaborado, por lo que se podría hacer perfectamente para una cena de estas más comprometidas.
Pelar las gambas y los langostinos con cuidado, y reservarlos para después. Los caparazones y las cabezas de éstos se cuecen en una cacerola con abundante agua y un poquito de sal al gusto. Una vez listo, se cuela el caldo y se cuece en él las espinacas añadiendo algo más de sal.
Huevos florentine
¿Aún no has descubierto el placer de tomar el brunch el fin de semana? Prueba a hacerlo en casa con esta sencilla y rica receta de huevos florentine… ¡todo un clásico!
Paso 1:
Cuajada de espinacas con clavos y jamoncito
Descubre el aroma del clavo en esta receta sencilla y deliciosa para que comer espinacas se convierta en un auténtico plato gourmet.
Paso 1:
Pela y pica la cebolla y el ajo y ponlos en una olla amplia a rehogar con un chorro de aceite de oliva a fuego medio. Añade el jamón serrano picado.
Paso 2:
Trenza de espinacas
Dale una vuelta a las empanadas tradicionales con esta riquísima receta, fácil y sabrosa. Una manera diferente y deliciosa de comer espinacas, con una presentación de premio.
Paso 1:
Raviolis rellenos de espinacas y requesón al parmesano
Prepara tus propios raviolis, y ya nunca querrás comer otros. La receta es entretenida, pero … ¡ es tan divertido meterse en harina!
Paso 1:
Haz un volcán con la harina tamizada y rellénalo con los huevos batidos y un poco de sal. Ve incorporando la harina hacia dentro y trabaja con las manos para ir incorporando toda la harina y hacer una masa homogénea. En caso de que quedara muy seca puedes añadir unas cucharadas de agua hasta lograr la consistencia adecuada.