Si quieres seguir elaborando el mismo pollo asado de toda la vida, partido en cuartos traseros, o en muslos... está bien, puedes seguir comprando en tu pollería habitual el pollo ya troceado. Pero si quieres innovar en la cocina, preparar recetas de aves nuevas, si quieres preparar un pollo relleno, o un pavo asado en Navidades... es momento de enfrentarte a la tarea de trinchar. Te contamos como trinchar un ave.
De acuerdo, la tarea requiere su técnica y cierta destreza. Es más una cuestión de maña que de fuerza. Y quizás tengas que destrozar un poco los primeros pollos hasta que le vayas cogiendo el truco. Hasta que tengas soltura, es mejor que los partas y trinches en la cocina, antes de sacar el pollo ya troceado a la mesa. Pero con el tiempo, si sigues nuestros consejos, te convertirás en todo un maestro, y estarás listo para salir a la mesa, y trinchar el pollo o el pavo frente a tus comensales. Les dejarás con la boca abierta.
En Demos la vuelta al día te contamos como trinchar un ave... estos son los pasos a seguir:
1. Cocinar el ave
Lo primero que conviene aclarar es que el ave se cocina entera, generalmente en el horno, rellena o no, bridada con cuerda de bramante o no. De lo contrario, si partiéramos el ave en crudo... no tendría sentido comprarlo ya despiezado. De modo que la primera indicación es cocinar el ave según la receta que estemos siguiendo.
2. Retirar las bridas
Si hemos atado el pollo o el pavo con cuerda especial para cocinar, antes de comenzar a despiezar el ave debemos retirar este hilo cortándolo directamente con unas tijeras y tirando de él.
3. A trinchar
En general suele dividirse el ave en dos muslos, dos contramuslos, las 2 mitades de la pechuga y las 2 alas sin carne en la pechuga.
El primer paso es -con el ave colocada pechuga arriba sobre una tabla- quitar los muslos, los cuartos traseros. Siempre hay que buscar las coyunturas para separar las extremidades sin dificultad que, a su vez se dividen en dos también por la articulación. Una vez que se han retirado los muslos, y los contramuslos, se pasan a una fuente aparte. Según Simone Ortega en su ‘1.080 recetas de cocina’, la principal dificultad de esta técnica consiste en encontrar la articulación para sacar la pata entera, antes de partirla en dos.
Acto seguido se hace la misma operación con las alas.
Después hay que sujetar bien el ave con un tenedor grande y practicar un corte horizontal en la pechuga, sobre el hueso… cortando hasta el hueso. Hecho esto, hay que ir cortando lonchas limpias y uniformes de la pechuga sujetando el cuchillo paralelo a la caja torácica. Después se hace lo mismo en el otro lado. A medida que se van cortando las lonchas, se colocan en la fuente, junto con el resto de trozos del pollo.
Y el resto, es decir la carcasa, te servirá para elaborar un estupendo caldo. ¡A disfrutar!
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