Veganos, alérgicos, colectivos animalistas... cada vez son más las personas que retiran el huevo de su dieta. Aunque es un alimento básico en nuestra alimentación... sustituirlo es posible... y cada vez más fácil. Te contamos cómo sustituir el huevo.
Junto al pan, el huevo es uno de los alimentos básicos desde hace siglos para la humanidad. Se trata de un alimento humilde, barato, pero muy versátil y con muchas aplicaciones y usos en la cocina. Indispensable... podríamos decir.
Sin embargo, son muchas las personas que deben eliminar el huevo de su dieta... ya sea por algún tipo de alergia o intolerancia, o sencillamente porque siguen una dieta vegetariana o vegana, y rechazan por convicciones el consumo de productos de origen animal.
¿Misión imposible?
¡Que no cunda el pánico! Aunque parezca misión imposible eliminar el huevo y buscar sustitutos que ocupen su lugar... es posible. La verdad es que uno no se da cuenta del número de recetas que incorporan huevo... ¡hasta que tiene que retirarlo de su dieta!.
Hay recetas en las que el huevo se emplea por sus propiedades, pero no es un ingrediente indispensable... nos referimos a sus propiedades para unir ingredientes, o para dar color o brillo, para emulsionar, para espesar. Otras veces el huevo es el ingrediente principal de un plato... incluso entonces es posible sustituirlo.
¿Cuál es el papel del huevo en cada plato?
A la hora de buscar un sustituto para el huevo en un plato... te ayudará mucho saber qué papel cumple en dicha receta: ¿es un ingrediente principal? ¿aporta sabor? ¿su misión es amalgamar ingredientes para que no se desmoronen? ¿se usa solo para aportar brillo y color?
Ya, pero... ¿con qué sustituyo el huevo?
Calma, calma... veámoslo caso por caso:
-Hamburguesas y albóndigas
A la hora de hacer hamburguesas, filetes rusos, albóndigas, algunos pasteles de carne y otros platos... es muy habitual incorporar huevo. Su función en este caso es añadir humedad al plato y, sobre todo, unir los elementos para que no se desmoronen.
En estos casos, el huevo se puede sustituir por manzana rallada, por mantequilla de cacahuete, por puré de patata, miga de pan o copos de avena remojados en agua o en leche de vaca o vegetal. Y para no aportar nada de sabor en absoluto, el huevo se puede sustituir por metilcelulosa... se añade como si fuera sal, y tan solo hay que añadir un gramo por cada 150 gr. de la carne o verdura que queramos ‘amalgamar’.
-Tortilla y revueltos
Aquí es más complicado...dado que el huevo es el ingrediente principal y aporta no solo textura sino sabor. En las tortillas, se puede sustituir por una cucharada de harina de garbanzos, soja o maíz humedecida con dos cucharadas de agua o de leche vegetal y unas gotas de zumo de limón. Para hacer revueltos, sustituye el huevo por tofu blando.
-Rebozados
La mejor opción para sustituir el huevo a la hora de hacer rebozados es mezclar cerveza con harina hasta obtener una pasta consistente con la que rebozar los alimentos antes de freír. El resultado es sorprendente y sabroso. Otra opción es diluir harina de garbanzos o de maíz en un poco de agua hasta obtener una textura similar a la del huevo batido.
-Mayonesas y otras salsas
El huevo cumple la función de emulsionante a la hora de preparar una mayonesa. Se puede sustituir por un tofu muy suave y sin sabor, o bien por un chorrito de leche o algún tipo de bebida vegetal, como leche de soja o de avena. Después, la mayonesa se montará normalmente, añadiendo el aceite muy despacito y emulsionando. En resto de salsas con base de huevo, se pueden utilizar los mismos ingredientes.
-Empanadas y empanadillas
En estos casos el huevo batido o las yemas se utilizan para pintar la superficie de la empanada antes de hornearla... el objetivo no es añadir ningún sabor... solo mejorar su aspecto. El huevo consigue brillo y un color tostado espectacular. En este caso se puede sustituir por aceite de oliva, un poco de margarina vegetal, o por una mezcla formada por maicena disuelta en un poco de agua fría y una pizca de cúrcuma. Tan solo tendrás que pintar la superficie con ellos.
-Repostería
Hacer tartas, bizcochos, crepes, galletas... sin huevo... quizá sea el objetivo más complicado. Pero no imposible. El plátano es una de las opciones más populares para sustituir los huevos en repostería. Lo ideal es emplear puré de plátanos muy maduros, a razón de medio plátano por cada huevo a sustituir. También se pueden utilizar los purés de otras frutas muy maduras, como la manzana, la pera o el kiwi, o incluso hortalizas como la calabaza.
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