Chuletas de cerdo a la milanesa
Si el filete empanado sin más aderezos está rico, estas chuletas de cerdo a la milanesa están a otro nivel. Esta forma de freír, cuyos orígenes no están muy claros, aporta aún más jugosidad a las chuletas de cerdo además de enriquecerlas con matices de limón, queso parmesano y orégano. Puedes acompañarlas de una ensalada de hojas verdes, de una ración de patatas fritas… o poner ambas cosas en la mesa y que cada comensal decida si quiere moderación o desenfreno.
Pasta con salsa de carne
Plato clásico donde los haya: la socorrida pasta con salsa de carne que tantos almuerzos rápidos ha solucionado. Uno de los más queridos por los niños y de los primeros que se aprenden cuando se empieza a cocinar. Pero eso no significa que sean una receta de segunda ni mucho menos: sigue estos pasos y demuestra que con unos ingredientes tan sencillos y conocidos se puede obtener un auténtico manjar.
Solomillo con salsa de setas y alcaparras
Prepara un soberbio almuerzo con este solomillo con salsa de setas y alcaparras. Guarnecido con queso parmesano y hojas frescas, esta receta es una auténtica fiesta de sabores, texturas y matices. La protagonista absoluta e indiscutible de este plato es la carne: adquiere un buen solomillo de ternera y nada podrá salir mal.
Paso 1:
Lasaña de gambas y pesto
¿Hay alguien que pueda resistirse a un suculento y humeante plato de lasaña recién hecha? La pasta suave, el relleno fundiéndose, el aroma que se extiende por toda la casa… desde luego, el gato Garfield sabía lo que se hacía. Esta lasaña de gambas y pesto es una versión liviana y refrescante de la receta tradicional, pero no pierde ni un ápice de su goloso encanto.
Paso 1:
Raviolis de setas con salsa de nueces
Hacer pasta fresca casera es un proceso elaborado pero muy gratificante. Los ingredientes son sencillos y los resultados espectaculares. Sólo hay que procurar utilizar harina de fuerza y no de repostería: la pasta necesita un extra de gluten para compactarse. Estos raviolis de setas con salsa de nueces son aromáticos y muy otoñales, perfectos para disfrutar del sabor de esa estación en cualquier época del año.
Gratén de patatas con setas y hierbas frescas
El gratén de patatas con setas y hierbas frescas que te proponemos no es un plato especialmente ligero pero tómalo junto a una ensalada verde y tienes un almuerzo completo. Su textura mantecosa y crujiente al mismo tiempo y su sabor a leche y a bosque punteado por notas saladas del jamón hacen que pocos puedan resistirse a los encantos de un buen gratén.
Paso 1:
Pizza 4 quesos con tomate y tapenade
La pizza tiene cuna mediterránea y esta pizza 4 quesos con tomate y tapenade lleva sus orígenes por bandera. ¿Podría decirse otra cosa de un plato hecho con quesos italianos, tapenade (u olivada) provenzal, tomate, tomillo y albahaca? Date un capricho y ríndele un homenaje a la historia de la gastronomía del mar nuestro. Te encantará a ti… y a cualquier invitado afortunado.
Paso 1:
Tomates rellenos
En cuestión de versatilidad, el tomate no tiene mucha competencia. Fresco, asado, en gazpacho, en salsa… ¿qué no hacemos con esta joya roja venida de América? Una de las preparaciones más completas consiste en rellenarlo de lo que queramos, lo que lo convierte en un excelente entrante. Fríos están deliciosos, pero estos tomates rellenos de queso y pan rallado tienen una suculencia difícil de alcanzar. Simplemente imagina clavar el cuchillo y el tenedor y ver y oler todo ese queso fundido derramándose…
Risotto de setas - vídeo receta
Aunque la pasta y la pizza sean los platos más conocidos y universales de Italia, el risotto no se queda atrás. Hay mil maneras de elaborarlo, aunque puede que el risotto de setas sea uno de los más clásicos de la gastronomía transalpina. La clave está en la cebolla, la mantequilla y el queso parmesano, y sobre todo, a diferencia de nuestra paella, en que se debe remover constantemente y añadir el caldo poco a poco, al tiempo que el arroz lo va absorbiendo. ¡Está delicioso!.
Patatas Hasselback
Desde la cosmopolita Suecia viene esta manera de asar las patatas en forma de acordeón, las patatas Hasselback. Su exterior crujiente y corazón cremoso las convierten en una guarnición aparentemente sofisticada pero, en realidad, son muy sencillas de hacer. Aunque, si quieres que queden perfectas, ten en cuenta que las patatas deben ser nuevas, de tamaño medio y con una textura tirando a cerosa.