Risotto con zanahoria y azafrán
El risotto es uno de los platos italianos más reconocidos en todo el mundo, con permiso de la pasta y la pizza, claro está. Este Risotto con zanahoria y azafrán es nuestra versión del clásico risotto a la milanesa, identificable por su característico color amarillo que le aporta el azafrán. Es una receta muy sencilla pero, como todos los risottos, entraña un poquito de dificultad a la hora del mantecado para que nos quede la textura perfecta del risotto.
Rollitos de lubina con gambas y espinacas
La lubina es un pescado blanco con muy poca grasa y de sabor suave y delicado. Un pescado muy apreciado perfecto para una ocasión especial. Aunque la mejor lubina es la salvaje podemos encontrar este pescado a un precio más asequible si es de psicifactoría, en este caso encontraremos lubinas de un tamaño más adecuado para realizar esta receta de rollitos de lubina con gambas y espinacas. Verás qué fácil es prepararla y el resultado tan fantástico que tendrás en la mesa.
Macarons de violetas y crema
Estos macarons de violeta y crema desaparecerán de tu mesa tan rápidamente que ni te darás cuenta. Su atractivo color morado y su delicado y delicioso sabor los hace irresistibles.
Paso 1:
Ramequín con pastel de chocolate y granada
Como cuando el Concorde unía Estados Unidos y Francia en apenas tres horas y media, esta receta de ramequín con pastel de chocolate y granada unirá en tu paladar, de un solo bocado, el intenso sabor y la untuosidad de un brownie estadounidense, con la delicadeza y presentación del chic francés del ramequín. ¡Delicioso!
Paso 1:
Sopa de fideos vermicelli con cigalas
Probablemente la cigala es uno de los mariscos más apreciados. Su delicado sabor, su ausencia de grasa y su jugosa y tierna carne hacen de las cigalas un alimento muy apreciado. Nosotros queremos darle un uso más allá de la cigala cocida o a la plancha. Vamos a introducirla en esta Sopa de fideos vermicelli con cigalas, apreciarás todo su sabor y disfrutarás de una receta diferente.
Paso 1:
Zarzuela de marisco
Esta zarzuela de mariscos es un guiso de altura con el que quedarás bien en cualquier celebración. Lo mejor de todo es que admite muchas variaciones respecto a los ingredientes a emplear... la clave es que siempre incluya algún pescado blanco y varios mariscos. Para los días más especiales... no dudes en optar por esta propuesta con bogavante... sencillamente sublime.
Pasta con vieiras
Las vieiras son un molusco delicado y delicioso cuya temporada comienza en otoño, aunque se pueden encontrar durante todo el año congeladas. Por eso, aunque las vieiras se pueden adquirir en sus conchas frescas, también se venden ya limpias. De hecho, lo más habitual es encontrarlas así, listas para consumir. Estas vieiras dan un resultado estupendo, aunque, no nos engañemos, frescas están mucho más ricas. Con este plato de pasta con vieiras disfrutarás de lo lindo.
Tarta de chocolate y naranja
Esta tarta de chocolate y naranja es un auténtico capricho. La combinación de chocolate y naranja es siempre un acierto, con el toque de licor, además, se convierte en un placer dulce para los sentidos absolutamente irresistible. Es elaborada y requiere de cierta experiencia en repostería... pero el resultado merece la pena. ¡no te pierdas esta tarta de chocolate y naranja!
Minitartas de frutos secos y caramelo
Estas minitartas de frutos secos y caramelo son un postre perfecto para las tardes de otoño. Aprovechando la temporalidad de muchos frutos secos puedes preparar estas tartaletas que aportarán mucha energía. Aunque será difícil, no conviene pasarse degustándolas, ya que contienen un alto contenido calórico.
Paso 1:
Copa de mousse de limón
Un postre refrescante, ácido, con una textura muy agradable y una bonita presentación...en definitiva esta copa de mousse de limón es perfecta como colofón de una buena comida. Con esta receta el éxito en la mesa está asegurado.
Paso 1:
Como este postre queremos montarlo por capas para que quede mucho más vistoso y original, debes empezar preparando la crema de limón. Para ello, exprime los limones, cuela el zumo y reserva. Ralla la corteza de un limón sin llegar a la parte blanca para que no amargue, y reserva.