Plato único

Este calzone de queso y aceitunas es una receta muy típica en Italia. En todos los sitios en los que venden pizza suelen vender el calzone y es muy asequible económicamente, por eso se suele comer cuando no te da tiempo a llevarte nada de casa.

La pasta verde con marisco es una de mis preferidas porque, para mi gusto, tiene de todo. La pasta te da energía y el marisco te aporta la ración de mar que deberíamos tener todas las semanas.

Estos tamales de maíz son facilitos de hacer pero, sobre todo, alimentan mucho y vienen bien en ciertas ocasiones en las que te sientes un poco apurado. Como a mí me han salvado más de una vez, os los dejo a vosotros.
Un día antes de hacer los tamales se adoban las diferentes carnes con la sal, el tomillo el orégano, y se añaden los ajos y las cebollas. Todo ello se deja reposar en la nevera tapado con un papel transparente.

El tajine es una de las delicias más características de Marruecos que recibe el nombre del recipiente donde se prepara. Su origen es bereber y es una cazuela de barro redonda y poco profunda con una particular tapa cónica, diseñada para conservar la jugosidad y los sabores de los alimentos que da lugar a guisos aromáticos y suculentos. El tajine de pollo con limón y aceitunas es uno de los más tradicionales. Pero… ¿has dicho que no tienes tajine en tú cocina? ¡Pues a qué esperas para salir corriendo a por uno!

La pechugas de pollo con piña me encanta incluirlas troceaditas en la pizza porque quedan genial como condimento y, además, le da un sabor muy rico. Me gusta mucho mezclar lo salado con lo dulce, por eso me gusta tanto esta receta.
Poner a hervir las pechugas en una cacerola con agua, sal y una hoja de laurel, hasta que estén bien tiernas. Una vez listas, escurrirlas y cortarlas en tiritas.
Raspar el apio y cortarlo en tiras finas, y la piña en trocitos. Juntarlo todo en un bol y mezclarlo bien para que se integren los sabores.

Los huevos con relleno que hago yo son famosos en todo mi edificio porque a veces me da por repartirlos. En mi bloque hay seis casas solamente, no os vayáis a pensar que hago para 100 personas.
Cocer los huevos durante 10 minutos en un cazo con agua y sal al gusto. Al sacarlos, pelarlos debajo de un buen chorro de agua fría porque queman mucho.
Poner una sartén con un poco de aceite de oliva a calentar y, cuando esté listo, freír el tomate pelado y picado con un poquito de sal.

Partir la cebolla a la juliana, rehogar y cuando esté dorada apartar del fuego. En la misma sartén añádir dos bote de garbanzos escurridos. Añadir 200gr. de bacón cortado en tiras. Batir en un plato dos huevos con 150gr. de queso rallado e incorporarlo a la sartén. Poner la satén a fuego medio removiendo constantemente hasta que el huevo esté cuajado. Se le puede añadir un pellizco de finas hierbas u otra especia que nos guste. ¡ Y listo para servir!

Receta enviada por Lara

Cuando hago morrones rellenos, misteriosamente, nadie se queja en la mesa, y no es de extrañar, porque están realmente ricos. Como se trata de verdura, aprovecho muchas veces a hacerlo para que se coma de todo.

Los calabacines italianos rellenos los aprendí a hacer en Italia, como se puede intuir. Realmente no era lo que más recuerdo comer pero sí una de las mejores recetas que probé.
Cortar los calabacines italianos haciendo una tapa en el extremo superior de cada uno. Poner una cacerola en el fuego con abundante agua y una pizca de sal hasta que queden tiernos pero sin perder la firmeza. Una vez listos, retirarlos del agua y dejarlos enfriarse muy bien. Quitarles la pulpa hasta que queden huecos pero con cuidado para no estropear la cáscara (la pulpa se reserva).

Esta receta de sancocho tolimense es uno de los mejores que he probado. Yo no era muy de hacer sancochos pero desde hace tiempo aprendí y poco a poco he ido mejorando mis recetas. Aun así, esta es una mezcla de leerla y añadir ingredientes que creía que le podrían ir bien.