Bocadillo de salchichas

Este bocadillo de salchichas lo hago de varias formas dependiendo de para quién sea. Mi receta original es esta pero sí es cierto que, a veces, le meto alguna que otra verdura de más.
Para freír las salchichas hay que colocarlas en una sartén con un poco de aceite bien caliente y dejarlas 10 minutos dorándose por todos lados.
Una vez listas las salchichas, se retiran de la sartén y se echan en ella las rodajas de cebolla, las cuales se dejan freír a fuego lento hasta que queden caramelizadas.

Bolitas de queso, con uvas y con nueces

Un tentempié delicioso y una receta muy sencilla ideal para preparar en las cenas informales de picoteo con los amigos… ¿o es que pensabas que no puede haber platos sanos y saludables en ese tipo de meriendas? Prueba ya estas bolitas de queso, con uvas y con nueces. El resultado es un bocado jugoso y crujiente...y muy original. Una receta para dar una 'vuelta de tuerca' a un simple racimo de uvas. 

Paso 1:

Pavo al limón

En mi casa el pavo al limón está a la orden del día siempre. Es el típico plato que mi madre hace siempre que hay una ocasión especial, por lo que me encanta y lo aprecio muchísimo desde que soy pequeña.
Se lava el pavo y se trocean los limones. Se pone en una cazuela el pavo junto con los limones troceados, y se añade el aceite de oliva, los dientes de ajo y el vino blanco. Además, se echa el agua a la cazuela hasta que queden todos los ingredientes cubiertos, y se deja cocer a fuego lento hasta que el pavo esté cocido por completo.

Gougères de queso azul

Un bocado ligero y sabroso. Los gougères son una especialidad gastronómica de la región francesa de Borgoña. Se trata de una bolita, muy parecida a los buñuelos, hecha a partir de una pasta choux y queso. Los tradicionales se hacen con queso gruyere…  aunque puedes utilizar el que más te guste. Nosotros te proponemos hoy unos gougères de queso azul… ¡irresistibles!

Paso 1:

Zumo de lima

Este zumo de lima me recuerda a la típica tarde de verano, que llevas ya todo el día debajo del sol y piensas que te va a dar algo. Entonces, ves el chiringuito a lo lejos, que es carísimo pero no te importa, y compras lo más fresquito que haya. ¡Te gustaría hasta echártelo por encima para quitarte el calor de encima! En mi caso, siempre me quemo y termino pidiendo algo que lleve lima y que sea fresco.