Magdalenas de cerezas frescas
Uno de los desayunos que más me gustaban cuando era pequeñita, era cuando me levantaba en casa de mi abuelita y, siguiendo el olor tan rico que se extendía por toda la casa, llegaba a la cocina y allí me encontraba mi gran taza de cacao acompañada por unas ricas magdalenas de cerezas frescas recién elaboradas. Aún recuerdo la emoción que me invadía y la emoción que sentía cada vez que las comía. ¡Qué ricas! Ahora que mi abuelita ya no está y que me acuerdo muchísimjo de ella, las hago en su honor y también en su memoria quiero compartir esta receta con vosotros.