Magdalenas de cerezas frescas

Uno de los desayunos que más me gustaban cuando era pequeñita, era cuando me levantaba en casa de mi abuelita y, siguiendo el olor tan rico que se extendía por toda la casa, llegaba a la cocina y allí me encontraba mi gran taza de cacao acompañada por unas ricas magdalenas de cerezas frescas recién elaboradas. Aún recuerdo la emoción que me invadía y la emoción que sentía cada vez que las comía. ¡Qué ricas! Ahora que mi abuelita ya no está y que me acuerdo muchísimjo de ella, las hago en su honor y también en su memoria quiero compartir esta receta con vosotros. Hacerlas que os encantará.
Comenzaremos por quitar los huesos de las cerezas, reservando una entera para cada pastelito, y las iremos dejando macerando durante una hora junto con la menta.
A continuación vamos a poner en el cuenco de la batidora los huevos, el yogur, el azúcar, el agua de azahar, el aceite y la levadura. Batiremos durante dos minutos a velocidad media. Esto también se puede hacer batiendo a mano.
Seguidamente iremos agregando las harinas cernidas poco a poco sin dejar de batir.
Con una cuchara de madera incorporaremos a la preparación las cerezas después de quitarles la menta.
Pondremos en los moldecitos y las llevaremos al horno precalentado a 190º C durante unos 40 minutos o hasta que al introducir un palillo, salga limpio.
Dejaremos enfriar nuestras magdalenas de cerezas frescas y las espolvorearemos con azúcar glas.
¡Buen provecho y rápido que vuelan!