Bizcocho de naranja con aceite de oliva
Tengo que contaros que, por fin, hemos conseguido que la casera de nuestro piso nos ponga horno. Lo estábamos esperando como agua de mayo, en especial yo, que me encanta la repostería. Supongo que me cansaré de hacer bollos a mis compañeros de piso, o ellos se cansarán de mis experimentos, pero de momento nadie se queja. He empezado por algo sencillito, un bizcocho de naranja con aceite de oliva, para que no se acostumbren demasiado. A ver qué os parece.
Cupcakes con fresas y chocolate blanco
Los cupcakes son unos pastelitos que se han puesto muy de moda los últimos años en España, porque en América o Inglaterra llevan muchos años haciéndolos. Son una especie de magdalena que puede ir rellena o no y van decorados con buttercream o crema de mantequilla. Yo os voy a decir como preparo yo un riquísimo cupcake con fresas y chocolate blanco. ¡Delicioso!
Lo primero que haremos será mezclar todos los ingredientes para elaborar la masa de los cupcakes. Para ello, añadiremos la harina, la leche, los huevos, la levadura, el aceite y el azúcar.
Canutillos rellenos de crema pastelera
Unos dulces que me encantan comer y que cada vez que voy a una pastelería no me puedo resistir a comprar, son los canutillos rellenos de crema pastelera ¡que ricos! Nunca me he atrevido a elaborarlos por miedo a que no me salgan bien, en lo que a forma me refiero, y todos los ingredientes se vayan al traste, pero ya he dado con la receta perfecta, la cual cada vez que sigo, me salen unos canutillos perfectos. Os cuento como los hago y espero que el resultado sea perfecto.
Lo primero que haremos será tamizar la harina. Después vamos a formar un volcán con la harina.
Tarta salada de calabaza, queso y piñones
¿Quién ha dicho que las tartas son territorio dulce? Esta tarta salada de calabaza, queso y piñones es deliciosa y te hará quedar la mar de bien en cualquier celebración o reunión de amigos. Es original, bonita, rica y... muy sencilla de hacer. ¡No te la pierdas!
Paso 1:
Tarta de grosellas, helado y merengue
La tarta de grosellas, helado y merengue es uno de esos postres deliciosos que ni te imaginabas que existían, pero que una vez que los pruebas no puedes dejar de preguntarte cómo podías haber vivido hasta ahora sin ello. Muy sencillo de preparar, hará las delicias de todos aquellos a los que se lo ofrezcas. Una palabra más: insuperable.
Coca de llanda de coco
Una especie de bizcocho que suelo hacer mucho y de diferentes manera, es la coca. Este postre o dulce, es muy típico en la Comunidad Valenciana y suele ser más bajito y más compacto de un bizcocho normal pero que está igual de rico. Como os acabo de decir, cuando lo elaboro, lo hago de muchas maneras. Una de ellas y que me encanta elaborar, es la coca de llanda de coco ¡Está riquísima!
En primer lugar tenemos que separar las claras de las yemas de los huevos.
Después, en un bol, en una batidora, vamos a poner las claras a punto de nieve.
Tarta de manzana y crema frangipane
Una tarta que nunca ha faltado en casa, es la tarta de manzana y crema frangiane. En casa yo siempre he ayudado a mi madre a elaborarla y así se nos hacía más ameno. Os voy a contar como prepararla, pero ya os digo que es muy fácil y queda muy rica. Antes de pasar a la receta os quiero aclarar, para quienes no lo sepáis, que la crema frangipane es una crema parecida a la pastelera, pero hecha con almendra y crema pastelera.
Milhojas con dulce de leche
El milhojas con dulce de leche no es muy difícil de hacer y queda bastante bueno. La verdad que yo no soy muy de dulce pero me encanta cocinar este y comerlo porque, después de un tiempo, he conseguido ya mejorar mi receta.
Tarta simple de chocolate
Si estáis buscando una deliciosa tarta con la que sorprender a tus amigos un día a la hora del café, no lo hagáis más porque lo habéis encontrado. Es una estupenda tarta de chocolate, de lo más simple de hacer, y con un sabor maravillosos, por lo que ya son dos las ventajas que tiene.
Brownies sin nuez
Un postre o dulce que descubrí por el 2010 fueron los brownies sin nuez. La primera vez que lo probé fue en mi época universitaria cuando un amigo me invitó a cenar a un restaurante de comida americana. Cuando el camarero me lo puso delante, caliente y junto a una gran bola de helado con más chocolate caliente por encima, pensé que eso a mí no me iba a gustar y que aun menos, me iba a sentar bien. Pero no fue así y es que literalmente, me puse las botas. Me lo comí entero y si hubiera podido me hubiera comido cuatro más.