Tarta de grosellas, helado y merengue

La tarta de grosellas, helado y merengue es uno de esos postres deliciosos que ni te imaginabas que existían, pero que una vez que los pruebas no puedes dejar de preguntarte cómo podías haber vivido hasta ahora sin ello. Muy sencillo de preparar, hará las delicias de todos aquellos a los que se lo ofrezcas. Una palabra más: insuperable.

En primer lugar, vamos a preparar el merengue. Para ello batimos en un bol las claras con un poco de azúcar y las montamos a punto de nieve, hasta que esté listo el merengue.
Por otro lado unimos el helado de nata con las grosellas. Lo damos unas vueltas de forma enérgica para que las grosellas se mezclen bien con el helado. No te preocupes si estas se rompen, incluso eso es bueno ya que impregnará todo el helado con su increíble sabor.
Colocamos ahora el bizcocho en una fuente, humedeciéndolo con el licor que hayamos escogido, y lo cubrimos entero con una buena cantidad del helado. Ponemos sobre todo la anterior el merengue ayudados por una manga de repostería.
Llevamos al horno la tarta de grosellas, helado y merengue en función grill un poco para que se endurezca la parte de arriba del merengue. No te preocupes porque el merengue funciona como aislante para que el helado no se derrita, y ofrezca un magnífico contraste entre el calor de la parte exterior y el frío del helado.
En cuanto tome el merengue un ligero color dorado, lo sacamos del horno y servimos inmediatamente.

Yo esta vez he hecho esta tarta con grosellas, pero ahora tú puedes hacerlo con cualquier otra fruta. Escojas la fruta que escojas, os aseguro que el resultado siempre será espectacular.