Desde unas deliciosas albóndigas con boletus a un solomillo Wellingon, pasando por un corderito asado o un lomo de cerdo a la sal… las mejores recetas de carne, reunidas en esta sección para que puedas elegir la que mejor se adapte a tus gustos, adaptadas a todos los niveles de dificultad, y para que puedas preparar platos variados de carne… ¡olvídate ya del aburrido filete a la plancha con patatas!

Lomo al ajo
La carne de cerdo puede que no sea la carne más sana que existe pero si es una de las más sabrosas y de las que tiene más posibilidades a la hora de preparar. Uno de los platos con los que queda más deliciosa, es haciendo este lomo al ajo que es un auténtico placer de paladares. La carne queda tierna y sabrosa al estar hecha en esa fantástica salsa de leche y ajos.
Cerdo agridulce al estilo chino
El cerdo agridulce al estilo chino es el plato preferido de mi compañera de piso. Ella lo suele comer pero no lo pide a los restaurantes, sino que lo cocina ella misma en casa. La verdad es que cuando lo probé me quede alucinada, porque el sabor es muy parecido, o incluso mejor que el del restaurante de mi barrio. Intentad hacerlo en casa y ya veréis como nunca más lo volveos a pedir.
Lo primero que hacemos es cortar la carne de cerdo en cubos más o menos pequeños.
Pimientos asados rellenos
Una manera diferente y original de comer algo muy tradicional: carne picada con verduras al horno. Lo mejor es que puedes hacer variaciones con el relleno según tus gustos. ¡Ah! y una idea si quieres sorprender a tus invitados: compra esos packs de pimientos en los que viene uno de cada color: rojo, verde y amarillo… la presentación quedará espectacular.
Paso 1:
Lava los pimientos y quítales con la ayuda de un cuchillo, la parte de arriba, donde está el pedúnculo. Hazlo con cuidado para no hacer ningún agujero ni corte en el resto del pimiento.
Repollo con jamón
Uno delos alimento claves para llevar un dieta equilibrada son las verduras. O solo porque apenas nos aportan calorías, sino además porque son ricas en nutrientes tales como vitaminas y fibras. Uno de los platos hechos con verduras, es este de repollo con jamón, muy sencillo, pero lleno de sabor.
Lomo de cerdo y patatas a la sal de jamón
Uno de los platos preferidos de mis hijos es este lomo de cerdo y patatas a la sal de jamón, y siempre que pueden me piden que se los haga. A mí no me importa ya que es un plato que se hace de una forma muy fácil y nos gusta a todos muchísimo. Si os decidís a hacer el plato, estoy segura de que acabareis haciéndolo varias veces.
Lomo de cerdo con salsa de frutas
Un plato que me preparó una amiga y que me gustó mucho es el lomo de cerdo con salsa de frutas. No sé si vosotros habéis oído hablar de este plato alguna vez porque yo no y por eso quiero compartir la receta con vosotros. Para que lo hagáis y que os guste tanto como a mí me gustó y quedéis como unos auténticos cocinillas profesionales como quedó mi amiga.
Pochas de la ribera
Para los que no conozcáis las pochas, os lo voy a explicar. Las pochas son una especie de la alubia blanca que provienen de La Rioja, Navarra o Álava. Yo os voy a contar como preparar mis pochas de la ribera Espero que os gusten tanto o más como gustan en casa a mi familia. Son muy fáciles de preparar. Es un plato consistente y de los de toda la vida.
albondigas de ternera con setas chinas
Mezclar la carne con la leche, el huevo, el pan, el ajo picado, cilantro picado y una pizca de sal.
Cuando lo tengamos todo bien mezclado en un bol lo tapamos conn un film y lo dejamos reposar en la nevera.
Mientras, picamos la cebolla, el diente de ajo, lavar y picar las setas.
Sacar la carne de la nevera y hacer bolitas no muy grandes. Poner en una olla aceite para freir las albondigas que habremos enharinado antes, dorar a fuego fuerte y con una espumadera retirar y reservar.
Calabacín italiano relleno
Los calabacines italianos rellenos los aprendí a hacer en Italia, como se puede intuir. Realmente no era lo que más recuerdo comer pero sí una de las mejores recetas que probé.
Cortar los calabacines italianos haciendo una tapa en el extremo superior de cada uno. Poner una cacerola en el fuego con abundante agua y una pizca de sal hasta que queden tiernos pero sin perder la firmeza. Una vez listos, retirarlos del agua y dejarlos enfriarse muy bien. Quitarles la pulpa hasta que queden huecos pero con cuidado para no estropear la cáscara (la pulpa se reserva).