Rotolos de ricotta en calabaza caramelizada
- Calabaza (1/4)
- Azúcar moreno (1/2 c/s)
- Mantequilla (35 g)
- Cebolla (1/4 (picada))
- Ajo (1 diente picado)
- Espinacas (200 g)
- Requesón (200 g)
- Limón (1/2 (el zumo))
- Ralladura de limon
- Queso parmesano (15 g)
- Tomate frito (150 g)
- Pipas de calabaza (30 g (peladas y tostadas))
- Huevos (1 (y 3 yemas))
- Harina (150 g)
- Calabaza (1/2)
- Azúcar moreno (1 c/s)
- Mantequilla (70 g)
- Cebolla (1/2 (picada))
- Ajo (2 dientes picados)
- Espinacas (400 g)
- Requesón (400 g)
- Limón (1/2 (el zumo))
- Ralladura de limon
- Queso parmesano (30 g)
- Tomate frito (300 g)
- Pipas de calabaza (60 g (peladas y tostadas))
- Huevos (2 (y 6 yemas))
- Harina (300 g)
- Calabaza (1)
- Azúcar moreno (1 c/s)
- Mantequilla (100 g)
- Cebolla (1 (pequeña picada))
- Ajo (4 dientes picados)
- Espinacas (500 g)
- Requesón (500 g)
- Limón (1 (el zumo))
- Ralladura de limon
- Queso parmesano (50 g)
- Tomate frito (400 g)
- Pipas de calabaza (100 g (peladas y tostadas))
- Huevos (2 (y 6 yemas))
- Harina (300 g)
Cuando pensamos en comer pasta, no necesariamente pensamos en la calabaza como acompañante o relleno. Sin embargo, su sabor dulce inconfundible puede quedar bien con muchas combinaciones.
La calabaza es un alimento muy ligero, ideal para guardar la línea… de hecho, 100 gramos de calabaza ni siquiera llega a aportar 20 calorías. Eso sí, hablamos de una hortaliza muy saciante. Además, la calabaza es uno de los alimentos con mayor poder antioxidante, gracias a la cantidad de caroteno, betacaroteno y vitamina A que contiene.
En esta receta de Rotolos de ricota en calabaza caramelizada queda increíble
Para preparala:
Paso 1. Precalentar el horno a 200º C. Cortar la calabaza en trozos grandes sin pelar y hornear hasta que su carne se ablande, alrededor de 20 minutos.
Paso 2. Para preparar la pasta, añadir los 300 g de harina en un bol. Añadir los 2 huevos y las 6 yemas y un poco de sal. Amasar durante 5 minutos hasta que alcance una textura suave. Dividir en tres porciones, envolver con plástico transparente y guardar en la nevera.
Paso 3. Calentar la mantequilla en una sartén antiadherente y cuando se derrita añadir el ajo y la cebolla. Sofreír hasta dorar e incorporar las espinacas hasta que se cocinen y reduzcan bien. Añadir pimienta y reservar. Dejar enfriar un poco y usar el paño de cocina para estrujar y sacar todo el líquido de las espinacas. Pasar este líquido a una cacerola grande, añadir agua, salpimentar y poner al fuego (aquí se va a escalfar el rotolo).
Paso 4. En un bol con la calabaza horneada, hecha puré, añadir el azúcar moreno, la ricota y el queso parmesano rallado. Mezclar con las espinacas cocidas, salpimentar si es necesario y añadir la ralladura de limón.
Paso 5. Colocar cada una de las porciones de pasta en la máquina con el rodillo calibrado para el máximo grosor, o extender a mano con la ayuda de un rodillo. Pasar 3 o 4 veces para amasar. Volver a pasarlo de nuevo hasta obtener un grosor de 1 mm o, incluso, menos. Pintar el borde de una de las hojas con agua y solapar la siguiente a 1 cm, así hasta la última. Tiene que quedar una sábana de 30 x 40 cm.
Paso 6. Verter el engrudo de la calabaza dejándolo a 2 cm del borde. Enrollar bien apretado, como si fuera un brazo de gitano. Pintar con agua el borde al acabar para sellarlo y retorcer ambos bordes como si fuera el envoltorio de un caramelo. Colocar en varios trapos de cocina limpios y enrollar bien firme. Atar los bordes con cuerda de cocina y repetir el proceso cada 10 cm, para que quede como una salchicha. Con cuidado, poner el rotolo en el agua de las espinacas a fuego medio durante 20 min.
Paso 7. Sacar el rotolo y dejar reposar un rato, seguidamente, retirar los trapos de cocina y cortar en porciones de 3 cm. Coger una bandeja de horno, verter la salsa de tomate en la base y encima el rotolo cortado. Espolvorear con parmesano (o queso Grana Padano) y hornear durante 15 o 20 min. Mientras, calentar la otra mitad de la mantequilla en una sartén pequeña y añadir el resto de las hojas de salvia. Dividir el rotolo en platos y servir con la salvia crujiente, mantequilla y las pipas de calabaza.
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