¿Quién puede resistirse a una merienda de rosquillas de limón y pistacho? Esta receta coge las rosquillas tradicionales y las viste de fiesta con el sabor cítrico del limón y la crujiente suculencia de los pistachos. Y además, son muy sencillas de hacer. No hay excusa para no darse un capricho goloso esta tarde.
Paso 1:
Un rato antes de empezar, saca de la nevera el queso cremoso y la mantequilla, tanto la que vas a usar para la masa como la que emplearás para la cobertura, para que a la hora de hacer la receta estén a temperatura ambiente. La mantequilla, a temperatura ambiente, adquiere una textura que se denomina “en pomada” y es la idónea para trabajarla en repostería.
Paso 2:
Precalienta el horno a 180°C, así tendrá la temperatura adecuada cuando llegue el momento de meter la masa con las rosquillas.
Paso 3:
Lava cuidadosamente el limón, frotando su corteza para asegurarte de retirar cualquier resto de cera que pudiera haber. Sécalo totalmente y ralla la cáscara hasta que consigas la cantidad necesaria para hacer la receta. Una vez tengas la ralladura, córtalo por la mitad y exprímelo. Reserva la ralladura y el zumo por separado.
Paso 4:
Con ayuda de unas varillas de mano, bate la mantequilla destinada a la masa, el queso crema, el azúcar y la ralladura de limón hasta obtener una crema espesa y homogénea.
Paso 5:
Casca el huevo en una superficie diferente y viértelo sobre la crema de queso, mantequilla y azúcar. Sigue batiendo hasta integrarlo perfectamente.
Paso 6:
Tamiza la harina y la levadura con ayuda de un colador fino. No te saltes este paso porque es fundamental para que tus rosquillas tengan una textura sedosa y sin grumos. Echa la harina y la levadura en el recipiente y sigue mezclando, con varillas o con las manos, hasta que la masa tenga una textura uniforme.
Paso 7:
Divide la masa en porciones pequeñas, moldéalas con la mano en forma de tubo y luego une los dos extremos para conseguir la forma circular de las rosquillas. Prepara una bandeja de horno con papel sulfurizado y coloca encima las rosquillas sin que se toquen entre sí. Mete la bandeja al horno y hornea aproximadamente diez minutos, hasta que las rosquillas se doren. Sácalas y deja que se enfríen completamente.
Paso 8:
Pica a cuchillo o con ayuda de un mortero los pistachos. Resérvalos.
Paso 9:
Mezcla la mantequilla de cobertura con el azúcar glas hasta mezclarlos uniformemente. Añade entonces el zumo de limón y sigue batiendo. Cuando tengas una sustancia cremosa y homogénea, cubre la parte superior de las rosquillas con ella. Antes de que se seque y endurezca, distribuye los piñones picados por encima para que se adhieran.
Presentación:
Sirve tus rosquillas de limón y pistacho con tu bebida favorita y disfruta de su textura suave y crocante a la vez.
Sugerencia:
Para coronar tus rosquillas de limón y pistacho tienes que contar con unos frutos secos recientes y de calidad, cualidades que encontrarás en las bolsitas de pistachos de DIA. ¡La única dificultad va a ser no comértelos todos mientras los pelas!
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