Una forma que tengo para comer verduras ya que no me gustan demasiado es comerlas en crema o sopa. Una receta que me dio una amiga y que desde que la probé me encanta, es la crema de calabaza con nata que hace de esta crema una crema más especial que las que hemos probado en otras ocasiones. Es muy sencilla de elaborar y cuando hago demasiado, la guardo en tarritos y la congelo.

Este arroz con salsa china la verdad es que no tiene mayor complicación y viene bien saber hacerlo en caso de un apuro. Yo os dejo aquí la receta por si os apetece hacerla algún día, y espero que os encante.

El kibbe o keppe, como se quiera llamar, es un tipo de comida árabe que me gusta bastante y, por esta razón, elijo escribir la receta aquí, a ver si a vosotros también os es útil.
Moler la carne en una procesadora junto con las hojas de menta, los ajos, la cebolla y el verdeo.

La tarta tatín es muy famosa en el mundo entero pero hay muchas maneras de hacerla. Yo te dejo aquí la mía y espero que te sea muy útil y fácil.
Se pelan las manzanas y se cortan en cuartos, quitándoles las pepitas.
Se coge el molde que se va a utilizar para la tarta, y se espolvorea con el azúcar granulado y con la mantequilla bien untada en abundancia para que las manzanas queden más caramelizadas.

Un plato que me ha enseñado a hacer mi vecina, son unos deliciosos calabacines con arroz, que quedan riquísimos, como ella dice. Ella tiene muchísima mano en la cocina y, además, ha trabajado en la cocina de varios restaurantes y yo adoro toda su comida. Es un plato muy sencillo de elaborar y no nos quitará mucho tiempo. Os cuento como se hace, pero antes, le he pedido permiso a ella y ella encantada.

Tengo hijos, y hacer que coman verduras es una de las tareas más arduas con las que me he encontrado. Era algo realmente difícil hasta que di con esta receta de puré de calabaza y zanahoria. A ellos les encanta no sólo por su sabor, sino también por su colorido. Es un plato con el que disfrutamos toda la familia.
Lo primero es lavar y pelar todos los ingredientes y picarlos en taquitos. Con un chorrito de aceite en una cazuela sofreír la cebolla, el ajo y las zanahorias durante unos 15 minutos a fuego medio.

Hace un par de años estuve en México, concretamente en Tijuana y toda la zona norte. Me quise traer un cachito de allí y creí que una buena forma era aprender la cocina típica, que tan famosa es. Me llevé un cuadernito de bolsillo con un bolígrafo y me dediqué a preguntar las recetas de los platos que más me sorprendieron. Uno de mis preferidos es este, los huevos rancheros, famosos en el mundo entero.

La ensaladilla rusa original, o la que yo considero original, es esta receta. De toda la vida la he comido así y mi abuela siempre me decía que ella hacía la original, así que ya se ha quedado bautizada así.
Ponemos una olla rápida con agua y ponemos a cocer las patatas, bien lavadas, las zanahorias sin puntas y los huevos, lavados también, durante 10 minutos desde que empieza a hervir el agua.
Por otro lado, picamos la cebolleta y los pepinillo en trozos muy pequeñitos, y los reservamos aparte.

Si sois amantes de las cremas ligeras y saludables, os propongo cocinar una crema de champiñones y setas con pan frito. Aunque los champiñones no sean una alimento muy querido entre los más pequeños, son un alimento muy saludable y que combina con muchos platos.
Lo primero que vamos hacer es la crema según indicación de la marca, en la que he hecho yo, se disuelve el preparado con 250 ml. de agua, el resto de agua se lleva a ebullición.
Entonces se agrega el preparado y se remueve constantemente a fuego bajo durante diez minutos.

La musaka es un plato griego hecho a capas, como si fuera una lasaña, de verduras y carne. La pasta se sustituye por láminas de berenjena y patatas. En este caso, os presento una musaka vegetal ideada para todos aquellos que no quieran comer carne o que sean vegetarianos. La verdad es que es estupenda, y en cuanto la comes, no echas en falta ningún sabor.