Los yogures ya no tienen fecha de caducidad como antes... sino fecha de consumo preferente. El fabricante propone una fecha, y es el consumidor quien decide si es oportuno comerlo más allá de esa fecha. ¿Sabes qué criterios seguir? Te damos unos consejos. Caducidad VERSUS consumo preferente

Antes de nada... ¿qué es qué?

La fecha de caducidad indica hasta cuándo un producto es seguro para su consumo. Una vez superada la fecha que indicada, su consumo puede ser perjudicial para la salud, por lo que se recomienda desecharlo. En general, la fecha de caducidad afecta a alimentos muy perecederos y con riesgo microbiológico, como carnes y pescados frescos, pastelería y algunos productos lácteos. Caducados, estos productos tienen riesgo de estar en mal estado o contener bacterias patógenas.

Por su parte, la fecha de consumo preferente indica el momento a partir del cual el producto comienza a perder o a modificar alguna de sus propiedades organolépticas, como por ejemplo, su sabor, su aroma, su textura,  su color, etc. Se trata de cambios que, no obstante, no entrañan riesgos para la salud. En general, la fecha de consumo preferente se aplica a productos más duraderos. Pasada la fecha, pueden estar más duros, rancios, con un color menos “bonito” o textura diferente, pero no son malos.

La pregunta es, ¿puedo o no puedo comerme este yogur?

La verdad es que el aplicar fecha de caducidad a los yogures, ya no tenía sentido, porque la industria láctea de hoy, con sus técnicas modernas de elaboración permiten ampliar el plazo de consumo de los yogures. Si se ha mantenido la cadena de frío y el yogur se ha conservado bien refrigerado, las autoridades consideran que no hay riesgos para la salud por consumirlo más allá de la fecha de consumo preferente que indique la tapa.

La cuestión ahora es, ¿durante cuánto tiempo un yogur está en buenas condiciones más allá de la fecha de consumo preferente? ¿Cuánto tiempo es razonable? Al final, la decisión es del consumidor. Y no va a quedar otro remedio más que aplicar el sentido común. Aunque algunos consejos nos pueden ayudar:

5 consejos para detectar un yougur en mal estado:

1. El envase o la tapa están rotos o presentan perforaciones: una rotura o perforación, por pequeña que sea, constituye una puerta abierta a infecciones y microorganismos. Y esto, puede significar que un producto esté en malas condiciones, incluso dentro de las fechas de consumo.

2. El yogur huele ‘raro’: En general el yogur (el yogur natural no azucarado) tiene un sabor agrio. Si huele mal, o simplemente diferente, es indicativo de que algo no va bien. Y si huele a ‘levadura’, significa que las bacterias ya están ‘invadiendo’ el yogur.

3. La tapa del yogur está abombada: En un yogur, como en cualquier otro producto, el hecho de que el envase esté como ‘hinchado’ significa que no está en buen estado. Cuando las bacterias vivas que contiene el yogur ya se están reproduciendo, emiten gases, y eso hace que se abombe el envase.

4. El yogur presenta moho: Está en mal estado, y retirar la parte con moho no es suficiente. Con toda probabilidad, el estado de descomposición ya se ha iniciado en todo el yogur y las bacterias campan a sus anchas.

5. Su sabor es …malo: un sabor diferente al habitual es indiscutiblemente un buen indicador de que algo no va bien con el yogur. Un yogur muy ácido, o más amargo de lo normal son síntomas de mal estado.

Cambio de criterio legal

Los yogures ya no caducan, ahora tienen fecha de consumo preferente. En realidad, seguro que en alguna ocasión has comprobado como un yougr caducado, al abrirlo, está perfectamente. El mismo ex ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete afirmó hace algún tiempo que cuando “veo un yogur en una nevera ya puede poner la fecha que quiera, que yo me lo voy a comer”.

Así, el Gobierno eliminó la fecha de caducidad de los yogures, que fijaba un límite de 28 días desde el momento de su elaboración. Ahora, los fabricantes lácteos establecen una fecha de consumo preferente. España se equipara de esta forma a la normativa de la mayor parte de países europeos. El fin de la fecha de caducidad sólo afecta a los yogures, dado que el ‘consumo preferente’ ya está presente en el resto de alimentos. El objetivo es acabar con el desperdicio de alimentos. 

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Descripción corta
La fecha de caducidad ha dado paso a la fecha de consumo preferente en los yogures. Con el objetivo de reducir el desperdicio de alimentos, se ha cambiado este criterio. Ahora el fabricante propondrá una fecha, y será el consumidor quien decida si es o no oportuno consumirlo. ¿Sabes qué criterios seguir? Te damos unos consejos
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