Hoy quiero endulzaros la semana, esta tarta inspirada en una de las clases de Quique Dacosta, en la cual me recuerda a uno de sus postres que contenía una espuma de lichi, se compone de sabores afrutados, delicados y dulces. Con una base de bizcocho de chocolate la cual es una perfecta combinación y gran colofón para una comida especial.
Elaboración
Para empezar a preparar nuestra base de bizcocho: coger en un bol o recipiente cualquiera y con con una batidora batir la mantequilla, junto con el azúcar.
Incorporar una a una las yemas de los huevos, es importante no dejar de batir en ningún momento.
Fundir el chocolate e incorpóralo.
Mezclar la harina con las almendras y añadir la crema que hemos preparado.
Añadir las claras a punto de nieve de forma suave y gradual.
Untar el molde con mantequilla y lo espolvorear con harina.
Verter la mezcla, meter en el horno precalentado a 180 grados durante 15 min.
Dejar enfriar un poco y sacar desmoldar
Recortar y reservar..
Para la mouse de lichi y naranja.
Colocaremos la base de bizcocho sobre el fondo del molde, es conveniente recortar un poco el bizcocho, que quede 1 cm. más pequeño que el diámetro del molde, para que cuando echemos la mousse no se vea el bizcocho y quede más elegante.
Verter la nata, el azúcar y el queso crema. Batir con la batidora de varillas hasta que esté perfectamente montado. Reservar en la nevera.
Triturar con los lichis en conserva, con parte de su almíbar y los gajos de naranjas.
Poner el puré de frutas al fuego hasta que esté caliente ( no tiene que hervir), por otro lado, hidratar el sobre y medio de gelatina neutra en el zumo de naranja y cuando veamos que está suficientemente hidratado verter en el puré de frutas caliente y remover hasta su completa disolución. Retirar del fuego y dejar templar.
Añadir poco a poco la crema de nata y queso, con movimientos suaves y envolventes hasta que esté totalmente unido.
Verter la mousse sobre la base de bizcocho, alisar y guardar en la nevera hasta que se endurezca.
Para la gelatina de café
Infusionar el café en agua, colar y añadir las hojas de gelatina ya hidratadas. Templar y verter la mezcla sobre la tarta desmoldada.
Para la decoración realizar un caramelo rubio con el azúcar.
Con un tenedor extender ahí fino sobre una mesa engrasada y realizar las agujas de caramelo.
Con el resto de caramelo rubio pasar las nueces peladas y reservar.
Poner el resto de caramelo entre dos papeles sufurizados y extender con un rodillo, dejar enfriar y partir en lascas.
Poner la almendra molida pegada en la base y las lascas de caramelo sobre estas.
Poner las agujas sobre la tarta y servir.
Receta elaborada por Alejandro Merino, Becado del II Campeonato Demos la vuelta al día