Un viaje directo al litoral andaluz… con este pescaíto frito (cuidado, que si decimos pescado frito, no sería lo mismo). Es de lo más típico en chiringuitos, bares y terrazas de toda Andalucía… aunque este plato es tan típico que ha dado lugar a freidurías especializadas. Sea como sea… ¿por qué no hacerlo en casa? La clave es tener varios pescados, bien fresquitos… y poco más, salvo aceite, harina y sal. Puede tomarse como aperitivo, compartido, como entrante, aunque también puede resolver estupendamente una cena. Además, según lo tengas o veas en tu nevera puedes variar… también están muy ricas las pescadillas pequeñas, las gambas, el salmonete, el cazón…
Paso 1:
Limpia bien todos los pescados y córtalos al gusto… lo ideal es la sepia en tiritas, los boquerones si son pequeños enteros, las puntillas enteras o bien en aritos, y la merluza en trozos de un bocado.
Paso 2:
Echa la harina en un bol o plato. Ponle sal a tu pescado y pasa los trozos por abundante harina.
Paso 3:
Calienta abundante aceite de oliva en una sartén y cuando esté bien caliente, fríe tus pescaditos… hasta que estén bien doraditos. Ve haciendo la fritura en tandas, para no echar demasiadas cosas a la sartén a la vez… y así evitar que el aceite se enfríe. Además, el aceite tiene que cubrir siempre el pescado. Retira el pescado ya frito a un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Presentación:
Sirve tu pescaíto frito recién hecho en una bonita bandeja. ¡Una receta sencilla y deliciosa!
Sugerencia:
El secreto de este pescaíto frito y otras recetas similares está en el aceite…. así que no dudes en emplear el aceite de oliva marca DIA. Admite altas temperaturas sin que varíen sus características… justo lo que necesitas en esta receta para que el resultado sea perfecto.
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