Las torrijas de Semana Santa se modernizan. En esta receta fácil se actualizan y suavizan tanto, que querrás comerlas durante todo el año.
Paso 1:
En primer lugar, con la ayuda de un pelador o un cuchillo, y con mucho cuidado, saca la cáscara del limón y de la naranja. Intenta desechar la parte blanca de la cáscara, dado que amarga mucho, y podría echar a perder tu postre.
Paso 2:
Pon a cocer la leche con el azúcar, y a continuación añade la canela en rama, las cáscaras de limón y naranja. Deja que hierva todo durante 2 minutos. Retira del fuego y deja enfriar.
Paso 3:
Corta el pan en rodajas aproximadamente de 2 cm, y cuando veas que haya atemperado la cocción de la leche, moja las rodajas en ésta, escurriendo poco a poco para evitar que el pan quede muy blando.
Paso 4:
Separa las claras de las yemas del huevo. Bate la yema en un bol, pasa las rodajas de pan y fríelas en abundante aceite. Retíralas cuando estén doraditas a un papel absorbente de cocina para que escurra el exceso de aceite.
Paso 5:
Para el merengue, bate las claras que habías separado antes a punto de nieve con el azúcar.
Presentación:
Pon tu merengue sobre cada una de las torrijas y, con la ayuda de un soplete, flambea la superficie para obtener un delicioso aspecto tostado.
Sugerencias:
Si no dispones de soplete, puedes utilizar el grill de tu horno o microondas para realizar el flambeado teniendo cuidado de que no se quemen.
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