Cada vez más, las sandías se venden por mitades o cuartos... y así es muy sencillo apreciar si está en su punto óptimo de maduración, ni demasiado verde ni pasada. Pero cuando compramos la sandía entera... eso ya es otro cantar. ¿Cómo averiguar si tendrá un bonito color rojo en su interior? ¿si estará dulce y rica... y no verde ni pocha? Sigue estos consejos... hoy te contamos como elegir una sandía sin equivocarte.
Verano, veranito
No queremos ser pesados… porque lo decimos siempre. Pero realmente es lo más importante. El verano es el momento de sandía. A partir de junio encontraremos las mejores sandías, cuando están en su punto óptimo de maduración. Y hasta finales de verano… pero nunca más allá.
La cáscara… impoluta
En el caso de la granada, o incluso del melón… cuanto más feos por fuera, mejor estarán por dentro. No es el caso de la sandía. Hay que buscar sandías con su cáscara en perfecto estado, sin cicatrices, golpes ni magulladuras. Una cáscara lisa y brillante es siempre una buena señal.
Toc, toc, toc
En este caso sí, a diferencia del melón, lo que hay que hacer para elegir una sandía es acercárnosla al oído y darle unos ligeros golpecitos con los nudillos. Un sonido hueco y seco es señal de que la fruta está en su punto óptimo. Si la sandía nos arrojara eco… mala señal, la sandía no estará dulce.
El color …de la cama
Si, se denomina cama, y es la zona de la sandía que ha estado apoyada en la tierra mientras crecía y maduraba en la mata. Como a esta zona no le ha dado el sol, no tiene pigmentación. Ahora bien… ¿qué color debe tener?. Si esta zona está verdosa o blanca, mala señal… la sandía no estará lo suficientemente madura. Esta zona de la sandía debe ser amarillenta. Esa es la mejor señal de maduración.
Cómo conservarla
Muy bien, ya tenemos la sandía en casa… ¿cómo conservarla?. Bien, cuando la sandía está cerrada, se conservará perfectamente fuera de la nevera, en un lugar fresco y, preferiblemente seco. Eso sí, nada de ponerla al sol, o te arriesgas a que se estropee antes siquiera de abrirla.
Ahora bien, una vez que la sandía esté abierta, será mejor conservarla dentro de la nevera. Eso sí, conviene sacar de la nevera la sandía un rato antes de consumir, para que se atempere y recupere un poco de temperatura. ¡Estará igual de refrescante pero con más sabor!.
