Los 10 Mandamientos del buen repostero

1. El reloj suizo

Un reloj suizo es la máquina de precisión por antonomasia. Y la repostería es a la gastronomía lo que el reloj suizo a la industria. En repostería no hay lugar a la improvisación. Palabras y expresiones como ‘al gusto’, ‘a ojo’, ‘un puñado’, deben ser desterradas. En repostería las cantidades debes estar medidas al milímetro y las temperaturas deben ser precisas… porque una pequeña variación dará lugar a un gran cambio o, mejor dicho, a un gran desastre. Precisión y exactitud, esas son las claves.