¿Churros con chocolate?

Llega el domingo por la mañana y lo que más apetece son unos churros con chocolate. Estás en las fiestas de tu pueblo o de tu ciudad y ¿no puedes resistirte a comerlos bien calentitos?

Este tradicional plato al que pocos podemos resistirnos es uno de los más conocidos de nuestro país. Y no me extraña por que son irresistibles.

Fabada asturiana

Es una de las recetas de cuchara española más conocidas en todo el mundo... hablamos, cómo no, de la fabada asturiana. Una delicia contundente y llena de sabor y energía que invita a una larga sobremesa y a una buena siesta. Es una receta sencilla de elaborar… aunque tiene su truco: utilizar fabes asturianas, las carnes, el agua, asustar la legumbre… y el secreto: que las fabes cuezan despacito, sin prisas… a su amor, como dicen nuestras madres y abuelas.

Callos a la madrileña

Gallinejas, Zarajos, entrañas, entresijos… la casquería es típica de la gastronomía más tradicional de Madrid. Y el rey de la casquería madrileña es, por supuesto, un buen plato de callos a la madrileña… uno de los platos más conocidos y apreciados de la capital, junto al cocido.

Paso 1:

Empanadillas de morcilla y compota de manzana

Estas empanadillas de morcilla y compota de manzana son de lo más especiales y muy exquisitas. Al fin de al cabo no tienen gran cosa, lo importante es que el producto sea bueno y ya está.
Hay que extender un paño limpio y seco sobre una superficie lisa y colocar en él las obleas de masa para hacer las empanadillas, así se quedan preparadas.
Se le quita la piel a la morcilla y se desmenuza en un bol mezclándola con un par de cucharadas soperas colmadas de compota de manzana. Se remueve bien y se calienta un minutillo en el microondas.

Empanadillas de morcilla y manzana caramelizada

Estas empanadillas de morcilla y manzana caramelizada me las suele pedir mi madre, cuando debería ser al revés, pero ella es la experta en croquetas de todos los tipos.
Lo primero que hay que hacer es caramelizar la manzana. Para ellos hay que pelar la manzana y cortarla en trocitos pequeños. Se pone la mantequilla en un cazo y, cuando esté fundida, se echan el azúcar para que se deshaga por completo. Se remueve un par de minutos echando los trocitos de manzana en el cazo, y se deja a fuego lento hasta que se ablanden por completo.