Champiñones gratinados
Si buscas un plato sabroso, reconfortante y vegetariano, ya lo has encontrado: estos champiñones gratinados son una auténtica gozada para los sentidos. Sirven tanto para comerlos solos como para utilizarlos como guarnición de otra cosa, pero cuidado… ¡hartan bastante!
Paso 1:
Pasta con alcachofas
¡Otra receta a la vez saludable y sabrosa! Este plato de pasta con alcachofas te aportará fibra, minerales, energía y muchas ganas de repetirlo. Su mayor complicación es pelar las alcachofas, y si sigues nuestra sugerencia… ¡te librarás hasta de eso!
Paso 1:
Prepara un recipiente con agua y zumo de limón recién exprimido.
Paso 2:
Dúplex de hervidos con guarnición
a) Ensalada de quinoa:
1º. Introducir la quinoa en un colador y lavarla bajo el grifo del agua. Escurrir.
2º. En una cacerola, llevar a ebullición la quinoa con el agua. A partir de ese momento contar 15 minutos hirviendo. Ir removiendo de vez en cuando. Dejar enfriar en la cacerola.
3º. Hervir el pimiento rojo, el pimiento verde, el pimiento amarillo, las patatas, las judías verdes redondas y la zanahoria. Cortar en cuadraditos, menos las patatas y las judias verdes redondas, y mezclar en un bol con la quinoa. Dejar enfriar.
b) Ensalada de puré de patata:
Potaje de garbanzos y acelgas
¿Es un potaje de vigilia? No, porque lleva carne. ¿Es un cocido? No, porque lleva acelgas. ¿Es una sopa de acelgas valenciana? No, porque lleva legumbres. Este potaje de garbanzos y acelgas es uno de los platos de cuchara más completos que puedas encontrar. Energético, saciante y cargado de vitaminas, es un almuerzo que se debe planificar con tiempo pero que no entraña ninguna dificultad más allá de estar un poco más de dos horas pendiente de él.
Tallarines con salmón y huevas
¿Unos platos que llenar en veinte minutos, una tartera que preparar con prisas antes de dormir, y ninguna idea en la recámara? Pues con tres ingredientes protagonistas muy bien escogidos puedes preparar un plato sabroso, ligero y con matices como estos tallarines con salmón y huevas que, además de sus propiedades gustativas, cuenta con todos los beneficios nutricionales del pescado azul. Grasas buenas, omega 3, proteínas de alta calidad… raras veces cuidarse es tan sencillo y placentero.
Lasaña de gambas y pesto
¿Hay alguien que pueda resistirse a un suculento y humeante plato de lasaña recién hecha? La pasta suave, el relleno fundiéndose, el aroma que se extiende por toda la casa… desde luego, el gato Garfield sabía lo que se hacía. Esta lasaña de gambas y pesto es una versión liviana y refrescante de la receta tradicional, pero no pierde ni un ápice de su goloso encanto.
Paso 1:
Raviolis de setas con salsa de nueces
Hacer pasta fresca casera es un proceso elaborado pero muy gratificante. Los ingredientes son sencillos y los resultados espectaculares. Sólo hay que procurar utilizar harina de fuerza y no de repostería: la pasta necesita un extra de gluten para compactarse. Estos raviolis de setas con salsa de nueces son aromáticos y muy otoñales, perfectos para disfrutar del sabor de esa estación en cualquier época del año.
Escudella
La escudella es un plato muy arraigado en la tradición catalana; tanto, que se reserva para una ocasión especial como la navidad. No deja de ser un puchero de muchos ingredientes pero muy sencillo de hacer; sin embargo, su hueco excepcional en la gastronomía de una región hace que merezca la pena cocinarlo bien y respetando sus códigos.
Paso 1:
Gratén de patatas con setas y hierbas frescas
El gratén de patatas con setas y hierbas frescas que te proponemos no es un plato especialmente ligero pero tómalo junto a una ensalada verde y tienes un almuerzo completo. Su textura mantecosa y crujiente al mismo tiempo y su sabor a leche y a bosque punteado por notas saladas del jamón hacen que pocos puedan resistirse a los encantos de un buen gratén.
Paso 1:
Sopa de tomate y pan
Se ponen los tomates en agua caliente para proceder a su pelada y troceado. En una cacerola se echa aceite y se pocha la cebolla y los pimientos (rojo y verde). En otra cacerola se parte la barra de pan a rodajas. Una vez pochado lo anterior, se echa en la cacerola del pan. En el mismo aceite, se echa una cucharada de pimentón dulce y una pizca de pimentón picante y se añaden los tomates pelados; se van machacando (no olvidar echar azúcar para la acidez y una pastilla de caldo de verduras o caldo de verduras para darle más sabor. Una vez que es