Chuletas de cordero con limón

Me encanta comer chuletas de cordero al limón, siempre me ha encantado y no creo que deje de encantarme, así que escribo a todos aquellos “chuleteros” como yo.
Cogéis un bol y ponéis la ralladura de limón, el zumo, los dientes de ajo bien picaditos, sal al gusto, la cuchara de pimentón, el romero picadito y la pimienta. Con una batidora creáis una salsa en la que todos los ingredientes estén bien mezclados. Bañáis cada chuleta en este adobo y las ponéis en una fuente 10 minutillos para que cojan bien el sabor.

Caldo de algas

Como últimamente me da por hacer comida japonesa, que me parece bastante sana y fresca, pues aquí os dejo una receta de caldo de algas por si os apetece probar. Veréis que no llena mucho y que es bastante exótica para lo que estamos acostumbrados a probar.

Patatas rellenas al horno

Estas patatas rellenas al horno están más ricas con un poco de queso por encima, aunque la receta que aprendí de mi amiga no lo llevaba. Siempre se pueden mejorar las recetas añadiendo cosas que te gusten, personalizándolas, y que le puedan aportar un sabor mejor.

Helado de limón con galleta

La primera vez que hice helado de limón con galleta fue un absoluto desastre. Estaba tan ácido que lo tuve que tirar. Desde entonces, me he esforzado muchísimo para conseguir la receta perfecta.
Cogemos un molde rectangular mediano y untamos con mantequilla todas sus paredes y la base. Trituramos las galletas hasta hacerlas polvo y lo echamos en el molde colocando junto a la mantequilla de los bordes del fondo. Guardamos un poquito de polvo de galletas para después.

Arroz con calamares en su tinta

Si vas cocinar arroz con calamares en su tinta, ponte un buen delantal y una camiseta a la que no tengas mucho cariño, porque mancha bastante.
Empezamos por cortar la cebolla en cuadraditos muy pequeños y la echaremos a una cacerola con aceite caliente para pocharla. Una vez la cebolla esté transparente, echamos los calamares (a mí me gusta dejar dos o tres grandes). Cuando se haya absorbido el agua que sueltan los calamares, añadiremos el vino. Cuando se haya evaporado el alcohol, echamos la salsa de tomate frito y removemos bien para que cojan el sabor.

Pan challah

El pan challah es el pan hebreo que los judíos toman habitualmente durante el sabbath, un pan trenzado de levadura cuya masa se enriquece con aceite, huevos, miel y pasas.

Paso 1:

Arancini (bolitas italianas de arroz frito)

En Italia, los arancinis son un tentempié ideal para el almuerzo… bolitas, como si fueran croquetas, de arroz rellenas. Todo un clásico de la cocina siciliana. Puedes variar el relleno: espinacas, jamón y queso…¡lo que tu imaginación te pida!

Paso 1:

Pica la cebolla menuda y sofríela a fuego suave en una sartén con dos cucharadas de aceite. Cuando comience a transparentar, pasados unos cinco minutos, añade la carne picada, el tomate frito y los guisantes. Deja cocer a fuego medio suave durante una media hora. El resultado final debe ser una salsa espesa.

Leche merengada casera

Hacer leche merengada casera es un punto a favor cuando queremos sacar un postre original en una comida que organicemos o mojar algún bizcocho simple que tengamos hecho. Yo suelo tomarla sola y me encanta, pero siempre puede acompañarse de unas galletas.
En primer lugar, ponemos a calentar la leche junto con la canela en rama y la cascara del limón. Añadimos el azúcar glas, removiendo bien para que se disuelva en la leche, y lo dejamos cocer a fuego lento, sin dejar de remover, unos 10 minutos aproximadamente. Una vez lista, retirar la mezcla y dejarla enfriar.

Spanakopita o pastel griego de espinacas y queso

Este plato es el pastel salado más famoso de Grecia: Spanakopita o pastel griego de espinacas y queso. Por supuesto, en la receta original griega emplean queso feta... el queso más emblemático heleno. Sin embargo, si no lo encuentras, o si prefieres uno más económico, lo puedes sustituir por un queso fresco con sabor, o incluso por queso semicurado rallado. En Grecia se toma habitualmente como aperitivo… ¡y a veces como desayuno!