Recetas sanas

Lo importante de esta ensalada con salsa de aguacate no es la ensalada en sí, aunque esta que te propongo es deliciosa, si no la salsa. La salsa de aguacate es perfecta y sabrosa, dando a cualquier tipo de ensalada con la que la aliñes un toque especial haciéndola más apetecible.

Un plato que se suele cocinar mucho es mi tierra son las verduras asadas. Este plato es un habitual en mi casa, aunque estoy segura que se hará en muchísimos otros sitios. Me encanta este plato porque adoro como quedan las verduras asadas, ese sabor acaramelado, pero sin lugar a dudas, lo que más me gusta es el olor que se queda en casa después de elaborarla. Os cuento como la hago yo o al menos en mi zona, y espero que os guste muchísimo.

Las ensaladas suelen ser plato muy completos debido a todos los alimentos que contienen. Son un plato que no permite experimentar con nuevos sabores o mezclas, ya que en ellas podemos ver verduras, legumbres, pastas, frutas, etc. Yo os voy a dar la receta de cómo hacer una original. Es muy fácil de preparar, con ingredientes sencillos de encontrar y además está muy buena y es muy saciante. El origen de esta ensalada se da en una ciudad italiana llamada Capri. Dicen que los colores de esta ensalada recuerdan a la bandera italiana.

Las ensaladas son el perfecto compañero en nuestras comidas y la perfecta cena. Existen mil variedades de ella y no sigue ninguna norma. La que os voy a contar es la ensalada de zanahorias y manzana ralladas. Yo que no soy muy de ensaladas, ya os digo que me encanta y que cuando no tengo que cocinar o no sé que lo que hacerme, siempre acuda a ella. Es infalible.
Lo primero que haremos será lavar bien las hojas de col y secarlas. Después las tenemos que colocar en una fuente de servicio.

Una ensalada de berros a la miel ya parece otra cosa diferente y más elaborada que una ensalada normal. Pues, en realidad, es una ensalada bastante sencillita y fácil de hacer pero que tiene un sabor muy especial gracias a la mezcla de la miel con el resto de ingredientes.
Para empezar, hay que preparar los berros, lavándolos y escurriéndolos muy bien para que no suelten agua en el plato o en la fuente que vayamos a utilizar. Lo mismo hay que hacer con la lechuga roja, que si se queda con agua puede llegar a amargar el sabor de lo demás.

Yo soy de la opinión de que una ensalada que lleve algún tipo de hidratos de carbono te resuelve la comida entera. Esta ensalada de arroz con pollo y brócoli es el ejemplo perfecto porque tiene de todo lo necesario para que el cuerpo tenga energía para continuar el día.

En verano me encanta comer ensaladas porque son fresquitas, ligeras pero saciantes y no pierdes mucho tiempo en la cocina, pero no por ello solo la como durante esos mesas, sino que como entrantes, guarnición o primer plato, siempre me acompañan. Una de mis ensaladas más siempre pero más ricas y mi preferida, me atrevería a decir, es la ensalada especial de otoño Os cuento como la elaboro para que veáis que no os miento.

La ensalada de brotes con frutas deshidratadas y emulsión de guayaba es una de esas ensaladas por la que harás historia desde el momento en que la prepares, ya que tus invitados se quedaran tan sorprendidos por su maravilloso sabor que pensaran que están comiendo en el mejor de los restaurantes, y que tú eres un auténtico profesional de la cocina. Es deliciosa y espero que la hagáis, porque os va a encantar.

El taboulé es una ensalada procedente del mundo árabe, y que está hecha con verduras, perejil muy picado y cuscús o sémola de maíz, que se come o bien sola o bien como guarnición de algún plato de carne o pescado. A mí me encanta por la frescura que aporta a cualquier comida. Si no lo has comido nunca, aquí te dejo la receta para que lo pruebes.

La ensalada de mango y papaya es una de las ensaladas más deliciosas que he probado nunca, y seguramente esto sea ya que me encantan todas las ensaladas que llevan frutas, y estas dos se encuentran entre mis favoritas. La verdad es que es muy sencilla de hacer, y como entrante queda espectacular en especial si queréis quedar bien con alguien sorprendiéndole.