Boniatos asados a la miel

Si estáis cansados de acompañar vuestros platos siempre de la misma guarnición, os voy a proponer una nueva que os va a encantar, y que haréis de forma continua. Una excelente guarnición de boniatos asados a la miel. Es un plato delicioso, que gustará tanto que se comerá incluso solo, a modo de aperitivo. A continuación paso a contaros como se hace esta receta para que la podáis poner en práctica.

Salsa mexicana

Esta salsa mexicana es perfecta para mojar en ella unas patatas o servir un poco en unas fajitas de pollo, por ejemplo. Sea como sea, hay que tener en cuenta que no es una salsa suave, por si somos de estómago delicado.

Ensalada a la Naranja

Una de las ensaladas más frescas y deliciosas que he probado nunca, y mira que es sencilla, es esta ensalada a la naranja de zanahoria y manzana. Con tan sólo dos ingredientes y regado todo con el zumo de naranja, se obtiene algo realmente delicioso. Probadla y servirla junto a un plato de carne asada, ya veréis lo buena que está.

Setas a la plancha

Unas setas a la plancha para cenar ligero y no irnos a la cama muy llenos, es una idea bastante buena. Como es mi cena de muchos ideas, os doy la receta por si os apetece probar a hacerla, que está bien rica y no tiene mayor complicación.
Es muy importante limpiar muy bien las setas con abundante agua que, después, se quitará secándolas con un paño húmedo procurando que no quede nada de tierra. Una vez listas, se sazonan y se untan con aceite de oliva que les da un sabor exquisito.

Peras en miel al azafrán

Me gusta mucho la fruta natural, pero he de decir que si encima la cocinamos para prepararla como postre me gusta aún más, porque soy una golosa empedernida. Uno de mis postres preferidos es este de peras en miel al azafrán. El sabor que tienen es increíble, y si encima lo acompañas con un poco de helado, mejor que mejor.

Torrejas de pan

Esta receta nos muestra una forma diferente de hacer torrejas de pan. No se impregnan el pan en leche como estamos acostumbrados, si no que se reboza y luego se baña en un almíbar. Sn diferentes, pero os aseguro que están absolutamente deliciosas. Pruébalas y ya verás cómo me das la razón. En primer lugar separamos las yemas de las claras y las ponemos en dos cuencos distintos. Por un lado batimos las claras a punto de nieve. Cuando estén, batimos las yemas hasta que se haya formado una especie de espuma y hayan cambiado de color a un amarillo claro.