¿Te siente mal la leche? ¿Eres intolerante a la lactosa? ¡Pues aquí tienes la solución para disfrutar de unas ricas croquetas! Una sencilla receta de croquetas de jamon sin leche que prepararás en tan solo unos minutos. Eso sí, deberás dejar que la masa repose unas horas para que se enfríe bien y así poder trabajar con ella. Un picoteo sano… y para todos.
Paso 1:
Sobre una tabla de cortar, pica la cebolla bien pequeña, en cuadraditos bien finitos, o como se dice en el terreno culinario…en “brunoise”
Paso 2:
En una sartén coloca las cucharadas de aceite, pocha despacio la cebolla picada (hasta que quede transparente) y luego agrega el jamón cortado en pequeños dados. Cocina a fuego medio-bajo algunos minutos más.
Paso 3:
Incorpora la harina y cocina durante dos minutos, añade el caldo de carne caliente (para hacer croquetas normales se añadiría leche) y mantén a fuego suave removiendo hasta que esté hecha la bechamel. Echa una pizca de sal y un poquito de nuez moscada. Remueve bien todo para que quede bien integrada la bechamel y pon a enfriar la masa en una fuente.
Paso 4:
Cuando la bechamel se haya enfriado (tardará unas horas, aunque lo ideal es dejarla toda una noche en la nevera) dale la forma deseada y pásalas por tu ‘kit de empanado’, es decir, pasa cada una por un plato con harina, después por huevo batido y, finalmente, por un plato por pan rallado. Para la fritura, pon un dedo de aceite de oliva en una sartén y fríe las croquetas cuando el aceite esté muy caliente. Además hazlo en tandas pequeñas, para que la temperatura del ambiente no baje demasiado y te queden crujientes.
Presentación:
Sirve tus croquetas de jamon sin leche mientras estén calientes. Y acompaña con alguna salsa que te guste.
Truco:
Si tienes moldes para galletas (corazones, setas, estrellas….) puedes cortar la masa con esa forma y hacer así unas croquetas más divertidas y perfectas para los peques de la casa. Incluso, puedes cocinarlas con ellos.
Sugerencia:
La harina de DIA es una harina que tiene solo 10 gramos de proteína, así que la puedes usar tanto para repostería como para panadería. Al ser una harina de media fuerza todas tus elaboraciones quedarán con éxito al tener una cantidad de gluten medio.
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